«Con 2.600 socios, el Burgos no puede aspirar a mucho»

R. BRIONGOS
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Entrevista a Gonzalo Antón, que ha ocupado la dirección deportiva y económica del Burgos CF y que abandona el puesto. Sigue siendo el máximo accionista con el 22%

Gonzalo Antón (Miranda de Ebro, 1950) es, por encima de todo, un empresario que no está acostumbrado al fracaso. Por eso, pese a que llevaba muchos meses con la decisión tomada, no se ha atrevido a anunciar su salida hasta ahora. Los que le conocen aseguran que ha sido un trago difícil para él. Se va con la amargura de no haber podido consolidar un proyecto ganador para el Burgos y algo defraudado con una ciudad que no ha querido implicarse con el equipo, ni en la compra de acciones ni en aumentar el número de socios. Pero también con la ilusión de los nuevos proyectos empresariales que requieren, según afirma, toda su atención ahora y con la convicción de que esta ha sido su última aventura en el fútbol profesional.

Recaló hace dos años en el Burgos, con mucha ilusión, según dijo. ¿Qué ha pasado para que ahora abandone el proyecto?

Tiene razón en eso de la ilusión. Pero llevar dos áreas tan importantes como la deportiva y la económica exige mucha dedicación y yo vivo en Vitoria, lo que supone un esfuerzo añadido.

¿Cuándo tomó la decisión de dejarlo?

En julio tuvimos un consejo de administración en la sede del Grupo Julián y allí les comuniqué que yo no iba a seguir porque tengo dos proyectos empresariales de cierta importancia que exigen que me dedique a ellos plenamente. Por eso desde julio mi dedicación al club ha sido menor de lo que a mí me hubiera gustado. Tuve la desgracia además de que se marchó el director deportivo en el momento más delicado, cuando había que hacer el equipo.

¿Esos proyectos de los que hablan son de índole deportiva?

No, está relacionado más con el turismo, pero hasta que no tenga concedidas las licencias prefiero no hablar de ese asunto.

Lo cierto es que en estos dos años tampoco han acompañado los resultados deportivos...

Bueno, es que el fútbol no funciona como la luz eléctrica, que tocas el interruptor y se enciende la bombilla. Nosotros vinimos a Burgos con un proyecto claro que consistía, básicamente, en profesionalizar el club. Eso lo hemos conseguido, porque ahora tenemos un director general, un director deportivo, un responsable económico, un jefe de prensa, un médico... Tenemos una estructura como la de un equipo de Segunda A. Además, hemos constituido una Sociedad Anónima Deportiva y creado una Fundación. Cuando llegamos, el Burgos no tenía ni contable.

¿Y en lo estrictamente deportivo?

Ahí hemos establecido contactos con un club de la ciudad para hacer un planteamiento serio. Para el día de mañana poder tener un equipo en Segunda A, otro en Segunda B, otro en Tercera y otro en Juvenil de Honor. Las cosas hay que construirlas desde abajo y eso requiere paciencia. La afición de Burgos quizá tenga poca paciencia porque ha sufrido dos desapariciones y una larga travesía del desierto. A mí me hubiera gustado que la gente de Burgos participara más en la SAD, no con el 7% que tiene ahora. Con eso hay poco arraigo. La gente se acuerda de cuando jugaba Juanito, pero la realidad del fútbol ha cambiado mucho.

¿Es tiempo lo único que se necesita?

No, claro. También se necesita dinero. El Castilla tiene un presupuesto de 20 millones. El Atlético de Madrid B 8. Y el Burgos no puede competir con eso porque su presupuesto solo es de poco más de un millón. Eso, después de hacer una gestión económica muy intensiva para lograr recursos de diversos sitios. Todo lo que sea superar esas cifras lo tienen que aportar los consejeros. Por eso, el año pasado nos costó a los que estamos en la directiva 500.000 euros y este año la aportación será de 700.000. La gente luego no lo agradece y nos dice que lo hemos hecho mal. Tal vez, pero el gasto de la fiesta lo hemos pagado nosotros.

¿Todo se reduce única y exclusivamente a dinero?

Los milagros en el fútbol ya no existen. A mí en el Alavés me pasó. Hicimos un equipo muy corriente y ascendimos. Pero eso fue hace muchos años. Hoy es muy distinto y con los 2.600 socios que tiene el Burgos no podemos aspirar a mucho.

Este año, sobre el papel, la plantilla tenía calidad, al menos ha costado más, pero no ha conseguido ganar a equipos con mucho menos presupuesto. ¿Ha analizado qué es lo que ha fallado para que desde el primer momento ese equipo no carburase?

Este año tenemos una plantilla bastante mejor que la del año pasado. No me gusta cargar contra el que se ha ido pero creo que nos ha faltado ver mejor los partidos. Jugadores que el año pasado eran buenos y lograron que fuéramos el equipo menos goleado, este año nos han hecho mucho más vulnerables. Y eso exige cambiar de táctica. Espero que el cambio de entrenador sea para bien.Pero el público tiene que ser más paciente. Queremos que el Burgos sea líder, pero tiene solo 2.600 socios. Eso es imposible. Estoy convencido de que si tenemos paciencia y salimos de las lesiones que nos han condicionado, tendremos un equipo competitivo.

¿Qué características tiene Estévez para creer que puede hacer un buen papel con el Burgos?

Este entrenador es un hombre reflexivo, lee bien el fútbol, lo cual es muy importante. Fue muy duro el día que me reuní con Mateo y le dije que su crédito había acabado. Ese día me reuní también con los jugadores para pedirles más sangre, más lucha, más personalidad y más mala leche para sacar esto adelante. Nos habremos equivocado con algún fichaje, la gente cree que soy yo el que elige a los jugadores...

Es la impresión que da.

No, no, no.Los directores deportivos plantean cuatro o cinco nombres para cada puesto y vas cogiendo a los que más te gustan o a aquellos a los que puedes acceder.

¿Está perdida ya esta temporada?

No, ni mucho menos. Por eso pido paciencia. Hacer un Burgos campeón necesita muchas cosas: que la ciudad esté implicada, y poca implicación puede haber cuando solo hay 2.600 socios. Espero que en dos meses podamos estar entre los ocho primeros. Y luego tenemos la segunda vuelta.

Pero ustedes vendieron un proyecto ganador con vista a conseguir el ascenso.

Nunca pensé que en el primer o segundo año íbamos a subir. Y menos como está ahora el dinero del fútbol y con el número de abonados que tenemos.

Me da la sensación de que está un poco defraudado con la afición.

No, qué va. Me he sentido muy a gusto, pero cuando me despedí uno a uno con los jugadores en junio, gente de peso en el vestuario me reconoció que sentían mucha presión en el campo. Y eso no suma. Al acabar el partido se puede hacer lo que se quiera, pero durante los 90 minutos hay que estar a muerte con el equipo. Y eso es lo que quiero transmitir.

La ciudad no se ha implicado a la hora de suscribir acciones del Burgos pero ¿cree que las empresas han apoyado suficientemente este proyecto?

Yo tenía la experiencia de Vitoria y allí las empresas se portaron de una forma extraordinaria. Burgos es la provincia de Castilla y León que más y mejores empresas tiene, pero quizá porque no hemos sabido tocar la tecla adecuada, lo cierto es que no han colaborado como esperábamos.La Fundación no nos ha funcionado. No hemos podido llegar al corazón deCampofrío, Bridgestone, Matutano, San Miguel... Esas grandes empresas que tiene Burgos no han estado a la altura. La ciudad cambiaría mucho con un equipo en Segunda, pero para ello hay que apostar y Burgos no lo ha hecho.

¿Qué expectativas tenía con respecto a la posible implicación de la ciudad con el club?

Yo más o menos ya preveía lo que iba a suceder con la Sociedad Anónima Deportiva. Pero claro, pensaba que la ciudad iba a suscribir cerca del 20% de las acciones. Ahí sí que nos hemos visto defraudados.

¿A qué achaca esa escasa implicación?

A que vienen heridos de otras batallas. No encuentro otra explicación.Es triste, pero es así.

Lo que supone eso es que la gente no cree en ese proyecto.

Bueno, no lo sé. Lo cierto es que como no venga alguien aquí a poner tres o cuatro millones de euros el ascenso va a ser muy difícil. Eso es lo que pasó, por ejemplo, con la Cultural Leonesa, que se fue a un presupuesto de cinco millones.

Hemos hablado de afición y de empresas y nos falta la pata institucional ¿Ha sentido suficiente apoyo del Ayuntamiento?

Nosotros enseñamos Mendizorroza al alcalde y al teniente de alcalde y les encantó. Creo que un campo tan obsoleto como el del Plantío necesita una remodelación muy profunda. Se han gastado cinco o seis millones, lo cual es de agradecer, pero hay que seguir invirtiendo en todo aquello que está fuera de normativa: vestuarios... Claro que se nos ha juntado también el éxito del baloncesto.

¿Le ha perjudicado al Burgos el hecho de que el San Pablo juegue en ACB?

No vamos a engañarnos. El San Pablo lo ha hecho muy bien. Pero es que a los políticos les gusta sobre todo salir en la foto y el baloncesto está de moda y van miles de personas. Eso nos ha perjudicado porque ambos equipos tenemos que llamar a las mismas puertas. Pero hay que convivir con ello y no me asusta.

¿Le ha costado dinero de su bolsillo esta aventura de dos años?

Bueno, tengo el 22% de la sociedad que ahí se va a quedar. Voy a dejar también de ser consejero, porque dónde no me puedo implicar mejor no estar. Más luego, todos los gastos de viajes, reuniones... que he tenido y que han sido muchos. No lo quiero valorar porque lo he gastado en algo que me apasiona. Me hubiera gustado seguir, pero los proyectos que tengo ahora entre manos me aconsejan dejarlo. Hay un consejo de administración de personas súper majas que van a seguir trabajando.

Eso tampoco les deja en buen lugar. Si lo único que puede decir de sus socios es que son majos... ¿Son solventes en la gestión?

Ellos no han hecho gestión en el Burgos. Se han implicado poco, pero han estado siempre ahí. Cuando los he necesitado los he tenido. Y eso es de agradecer.

¿En qué condiciones queda ahora el club? ¿Cree que se va a notar su salida?

No creo que se note. El club está muy bien estructurado a nivel ejecutivo.

¿Quién cree que debe ocupar ahora su puesto en el club?

Hombre, yo entiendo que hasta final de temporada el sentido común dice que debe ser Miguel Ángel Pascual, un directivo que ha convivido mucho conmigo.

¿Respalda el resto de socios esta propuesta?

Yo creo que sí, porque Miguel Ángel lo ha hecho muy bien. Es la persona que mejor lo puede hacer.

Pasado el tiempo ¿cree que ha sido positivo tener un presidente de representación cuando el único que mandaba realmente era usted?

Yo no puse como presidente a José Luis García ni a Jesús Martínez. Los pusieron los otros socios. A mí José Luis me pareció un tío encantador, muy popular, y Jesús tiene un corte empresarial. Me parece bien. Hubo una ruptura con José Luis por el tema de Patxi Salinas. Creo que esa destitución se lo llevó a él por delante también.

¿Piensa que no se debía haber destituido a Patxi Salinas?

No le teníamos que haber echado. Yo era partidario de que siguiera.

Pero usted tenía el poder para mantenerlo.

No quise enfrentarme a mis compañeros. Pero cuando le quitamos, el Mirandés nos llevaba cuatro puntos y al finalizar la competición nos sacó 23. Con Patxi habríamos jugado la Copa del Rey. Seguro.

Siendo el que mandaba ¿por qué se negó a ser presidente?

No soy de Burgos y no conozco su ambiente ni a sus políticos. Tampoco vivo aquí. Nunca me ha gustado salir en la prensa ni ser el protagonista.

¿Se arrepiente de haberse embarcado en esta aventura?

Al revés. Estoy encantadísimo de haber venido a Burgos. Estuve ya a punto de dejarlo cuando tuve un sustillo estando en la plaza de toros, en los Sampedros, pero por mis otros compromisos.

¿Cree que el hecho de ser de Miranda y de haber colaborado con el Mirandés le ha podido pasar factura en Burgos?

Yo no creo en las personas mediocres sino en las que tienen mentalidad grande. Si mañana viene un ruso con siete millones de euros para subir el club a Segunda creo que lo va a aplaudir todo el mundo. Soy de Miranda y me siento muy mirandés. Pero he estado muy a gusto en Burgos.

¿Y ha tenido alguna oferta, sea de un ruso o de cualquier otro, para comprar el Burgos?

Que yo tenga constancia, no. Y supongo que se hubieran dirigido a mí para plantearlo. La única forma de que el Burgos esté arriba es con seis o siete millones de presupuesto. Lo que le hubiera dicho es que pusiera dinero para fichar a los mejores jugadores pero con nosotros llevando el club.

¿Cómo era la situación financiera del club cuando entró y cómo es ahora?

Ahora no se debe ni un duro. Está todo limpio y ordenado. Para atrás no hay que mirar nunca. Eso es lo que puedo decir.

El acuerdo con Juan Carlos Barriocanal fue de guante blanco.

Fue elegante. Cuando un presidente se va después de ocho años no conviene abrir heridas.

Según afirma, en la etapa de Barriocanal el club no estaba profesionalizado y tenía determinados desajustes que no quiere detallar. Sin embargo, con mucho menos presupuesto, los resultados deportivos eran, cuando menos, similares.

La gente no ve las tripas por dentro. Nosotros hemos construido un club para ponerlo arriba. Con ejecutivos de primer nivel. Eso no se ve, pero poco a poco se va sintiendo y esa espuma sube.

¿Le ha quedado alguna espina clavada en esta etapa en el Burgos?

A mí me hubiera gustado que el Burgos tuviera el campo durante 25 años para poder hacer nosotros las obras y ponerlo en valor. Y luego me queda pendiente la ciudad deportiva. Eso es fundamental para crecer. Estamos de prestado en el Burgos Promesas, club con el que tenemos muy buena sintonía.

¿Esta etapa en el Burgos cierra ya para siempre sus aventuras en el fútbol?

Los proyectos empresariales en los que estoy embarcado van a necesitar toda mi atención durante cuatro o cinco años. Y yo ya soy muy mayor. Me gusta el fútbol y vendré a ver el Burgos. He tenido una experiencia muy agradable y pienso que si el Burgos sigue por este camino, tarde o temprano estará arriba.

¿Se ha planteado vender ese 22% de acciones que posee?

En principio no. Estoy con mis socios y no voy a ir en contra sino a favor.

¿Y va a acudir a la ampliación de capital?

Lo tengo que pensar. Pero tengo el 22%, que creo que no es un porcentaje menor.

¿Sus socios burgaleses van a seguir en el proyecto pese a su marcha?

Sí, ellos están obligados a seguir. Ellos sí son de aquí.

¿También va a continuar el presidente de la Fundación? Él aceptó el cargo porque estaba usted al frente del proyecto.

Creo que sí se va a mantener, pero no lo he hablado con él. Es una de esas personas listas que hablan poco, pero cuando lo hacen tiene mucho sentido lo que dicen.

No ha hecho demasiada autocrítica en toda la entrevista. Aproveche ahora.

Hombre, errores he tenido que cometer. Hemos fichado a gente que no ha funcionado como creíamos y yo que siempre he tenido mucho ojo para los entrenadores creo que me ha fallado en esta ocasión. Los entrenadores siempre han sido opciones personales mías.

Tal vez esté equivocado, pero sospecho que le gustan los entrenadores con carácter y los jugadores que meten la pierna. Y en algunos momentos ha parecido que el Burgos no tenía eso.

Cuando cesamos a Mateo dije a la plantilla que quería más implicación y más mala leche. Cuando van mal las cosas tiene que salir ese carácter.Tenemos un equipo de gente súper maja, pero a los que les falta ese carácter. Y eso se tiene o no se tiene.

Pero cuando se les ficha ya se sabe si lo tienen o no lo tienen.

A veces se prima más la experiencia y en una entrevista personal es difícil saber si lo tienen o no.