Cuando la actividad constructiva no acaba de recuperar el ritmo y la licitación de obra pública aún se mantiene al ralentí, era previsible que el anuncio por parte del Ayuntamiento de Aranda de Duero de la contratación de los trabajos de finalización de los viales VG-13 y VG-14 y el puente sobre el río Bañuelos por algo más de un millón de euros (1.046.000) iba a despertar el interés entre las empresas del sector. Buena muestra de ello dan las 35 ofertas que, en menos de un mes, han presentado en dependencias municipales otras tantas firmas constructoras interesadas en realizar estas obras.
Un considerable número de plicas que, señala Alfonso Sanz, concejal de Urbanismo, a buen seguro ralentizará el proceso de resolución del contrato. De momento, mañana se procederá a la apertura del primero de los tres sobres de los que se tienen que componer las ofertas, no habiéndose establecido aún las fechas en las que se accederá el resto de documentación. En cualquier caso, afirma el edil, tendrán que ser los técnicos los que comprueben e informen todas las propuestas recibidas lo que, debido a su volumen, es probable que se demore más de lo previsto inicialmente.
Sea como sea, el responsable del Urbanismo municipal confía en que antes de que finalice el verano, la mesa de contratación pueda dejar resuelto el contrato y a lo largo del mes de septiembre, «alrededor de las fiestas», puedan dar comienzo las obras.
De cumplirse estos márgenes temporales, y teniendo en cuenta que el plazo de ejecución se ha establecido en ocho meses, se estaría en disposición de que la demandada infraestructura esté operativa en primavera y, con ello, de cara a las elecciones municipales de mayo de 2015. Incluso podría jugarse con algo más de margen puesto que la adjudicataria podría reducir el plazo de ejecución, ya que uno de los criterios de valoración es, junto a la oferta económica y la ampliación del periodo de garantía, precisamente, la mejora en el mismo.
La construcción de los viales VG-13 y VG-14 y el puente sobre el río Bañuelos arranca en 2005, cuando el Ayuntamiento firmó con TCM un convenio por el que ésta se comprometía a ejecutar esta infraestructura que serviría de unión a Ferial Bañuelos y Santa Catalina y, a cambio, el Consistorio renunciaba a recibir las cesiones obligatorias de dos unidades de actuación. Pese al tiempo transcurrido, y a que los trabajos se iniciaron en 2007, ese mismo año se paralizaron las obras. Tras entrar en concurso de acreedores la constructora, el Ayuntamiento optó por ejecutar el aval de dos millones de euros vinculado a la actuación y será con este dinero con el que abonará la actuación.