Meditan retrasar 2 horas la apertura de bares que ponen copas desde las 6

B.G.R. / C.M. / Burgos
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La propuesta buscaría acabar con el fenómeno de los 'after-hour' en las zonas de ocio nocturno, donde también se estudian otras iniciativas, como la restricción del tráfico

Avellanos ha disminuido su nivel de ruido. - Foto: LUIS LÓPEZ ARAICO

Asegurar el equilibrio entre el derecho al descanso de los ciudadanos y la continuidad de los negocios de hostelería y el empleo es tarea complicada. Y ese es el objetivo que persigue el Ayuntamiento a la hora de revisar las medidas coercitivas aplicadas desde el año 2004, vía decreto, en las llamadas Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), cuyo mapa dibujan Las Llanas y las Bernardas.

La propuesta técnica que existe encima de la mesa fue debatida ayer en la Comisión de Medio Ambiente, si bien no se adoptó ningún acuerdo al respecto. Dicho documento recoge, según aseguró el concejal del PSOE, Carlos Andrés Mahamud, tres medidas restrictivas, una de ellas relacionada con los horarios, y que a su juicio será la que acarreará más «polémica».

El planteamiento, explica el edil, pasaría por romper la continuidad horaria que se da actualmente en las zonas de ocio, de tal manera que cuando los ‘bares especiales’ (pubs y discotecas) cierran a las seis de la mañana otros abren a la misma hora, lo que ha propiciado el fenómeno de los ‘after-hour’. La propuesta consistiría en retrasar la apertura de estos últimos a las ocho de la mañana, de tal forma que esas dos horas sin actividad disuadan a los que quieran empalmar noche y día.

«Nos parece bien esta medida siempre y cuando estén de acuerdo los hosteleros», puntualizó el concejal socialista. Una apreciación a la que el portavoz de UPyD, Roberto Alonso, añadió la posibilidad de realizar una discriminación por actividad, para que no se vean afectados aquellos establecimientos que dan desayunos a primera hora de la mañana.

La segunda acción llevaría consigo la restricción del tráfico rodado dentro de unos horarios, para evitar otro foco más de ruido en esas zonas. Y la tercera pasaría por seguir limitando la apertura de nuevos establecimientos, algo que va se viene aplicando desde 2004.

En cualquier caso, el PSOE cree que las medidas que finalmente se tomen deberán ir acompañadas de una labor de concienciación, además de la de inspección por parte de la policía en los locales que no cumplan. «Tampoco se trata de ser muy estrictos porque se han dado casos en otras ciudades en los que se han cargado estas zonas», dijo Mahamud.

Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, habló de medidas de forma genérica sin entrar en detalles. En este sentido, se refirió a las que vienen recogidas en la Ley de Ruido de la Junta de Castilla y León, «como son limitar las nuevas licencias y la ampliación de actividades, y restringir los horarios, el tráfico y la recogida de residuos».

En cualquier caso, la edil afirmó que «estamos abiertos a cualquier planteamiento», además de mostrar su confianza en lograr el consenso de todos los grupos políticos. De igual forma, avanzó que antes de sacar el documento a información pública se valorará con los vecinos y los hosteleros.

Siete calles dejan de estar ‘saturadas’

El nuevo mapa de las llamadas Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) pasará de 22 a 15 calles tras la última revisión de los niveles de ruido realizada por el Ayuntamiento. Así, las siete que no han superado los los límites permitidos se quedarán fuera de las futuras medidas restrictivas. En concreto se trata de las calles El Morco, Antonio de Cabezón, Briviesca, Álvar García y paseo Regino Sainz de la Maza, en las Bernardas, y de Avellanos y San Gil, en el centro histórico. Por el contrario, se mantienen como zonas saturadas de ruido la avenida de la Paz, desde la plaza España hasta el cruce de Guardia Civil, Calzadas (del número 1 al 5), el patio de las Bernardas, plaza y calle San Juan y la Puebla. Y en las Llanas, la de Adentro y la de Afuera, la plaza Huerto del Rey, Cardenal Segura, Arco del Pilar (desde Laín Calvo), Fernán González (hasta el 21 de los impares y 30 de los pares), Fernando III El Santo, plaza de los Castaños y San Francisco.

El hecho de que haya disminuido el ruido en estas siete calles obedece a dos posibles circunstancias. En este sentido, la concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, apuntó a un cambio en las costumbres de ocio de los burgaleses, que se desplazan a otras zonas, y a una menor actividad económica como consecuencia de la crisis económica.