El San Pablo consiguió ayer una gran y tranquilizadora victoria ante el Tenerife. Los pupilos de Diego Epifanio ofrecieron su mejor cara para doblegar a un equipo lanzado su sumar su cuarto triunfo. Thompson se echó el equipo a la espalda en los momentos clave para minimizar el daño que hacían los canarios desde la línea de tres.