La Policía Local relaja el control de bicis en el Espolón

I.E.
-

Se han cursado 14 multas por el Reglamento de Circulación.El decreto carecía de procedimiento sancionador

Después de casi cuatro meses de vigencia del decreto de Alcaldía que prohíbe circular en bicicleta por el Paseo del Espolón, la Policía Local ha relajado la vigilancia de esta zona y ya no mantiene apostados de forma permanente a dos agentes en horario diurno, como venía haciendo hasta la fecha. El balance sancionador desde el pasado 10 de julio, cuando se puso en marcha la medida, es de 14 denuncias, aunque tan solo ocho fueron interpuestas por la invasión de espacio peatonal, las otras seis lo fueron a ciclistas que hablaban por el móvil o cometieron alguna otra infracción.

Lo curioso del caso es que el departamento de sanciones del Ayuntamiento ha tramitado esas multas conforme al Reglamento General de Circulación -que prohíbe ir en bici por las aceras-, ya que el decreto que firmó Javier Lacalle carecía de procedimiento sancionador. O sea, que si las denuncias hubieran sido cursadas de acuerdo a esa disposición del regidor municipal a buen seguro hubieran sido objeto de recurso por los infractores y no habrían podido ser cobradas, según explican desde el Área de Seguridad Ciudadana.

Las multas, por tanto, obedecen a la mera aplicación del Reglamento de Circulación. La ‘orden’ del alcalde constituyó, por tanto, un aviso a los burgaleses y una exigencia a la Policía Local para que intensificara el control en el Paseo del Espolón, pues en cumplimiento de la normativa general estatal los agentes están facultados para sancionar sin decreto de por medio.

Lo demuestra el hecho de que en el último año el Cuerpo municipal de seguridad ha denunciado a un total de 47 ciclistas por distintas razones -entre ellas transitar por la acera- y en diferentes lugares de la capital. Por cierto, las multas por circular por zonas reservadas exclusivamente a peatones son de un mínimo de 60 euros. En caso de atropello, la indemnización depende de las lesiones causadas al viandante.

La Policía Local, nada más ser promulgado el decreto, desplegó a varios agentes en el Paseo del Espolón -entre 2 y 4, dependiendo del día-, pero en la actualidad la vigilancia de ese espacio ya no es permanente. Y es que el número de infracciones observadas ha llevado al Cuerpo a reducir la presencia de efectivos, que, no obstante, seguirán vigilando la zona.

queja de los usuarios. Mientras, los aficionados consideran que el carril que la ciudad ha habilitado para los ciclistas -junto a la valla que separa el Paseo Marceliano Santamaría del río- no es el mejor sitio. Y es que muchos burgaleses -como es lógico- gustan de pasear justo por ese ‘sendero’ urbano, a fin de contemplar en sus caminatas la ribera del Arlanzón, que luce espléndida durante todo el año, pero más, si cabe, en otoño.

Mientras, el Consistorio tampoco ha colocado las señales que reclamaba la Policía Local para ayudar a los aficionados a la bici a moverse por el entorno del Espolón. Para empezar, el Cuerpo considera que ese carril exclusivo debería ser pintado de otro color para diferenciarlo bien de la zona de peatones, pues una sola línea continua no es suficiente.