El secreto del cráneo prehistórico

Europa Press / Madrid
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La cabeza de un perro de hace 33.000 años hallada en Siberia podría alterar la teoría de un solo ancestro del carnívoro doméstico

El secreto del cráneo prehistórico

Un cráneo de perro conservado en una cueva en las montañas de Altai de Siberia desde hace 33.000 años, presenta algunas de las evidencias más antiguas conocidas de la domesticación de este animal. Junto con restos parecidos hallados en una cavidad de Bélgica, este hallazgo indica que la doma de los cánidos puede haber ocurrido en varias ocasiones en diferentes lugares geográficos, y no en un momento concreto y único.

 En otras palabras, los mejores amigos del hombre pueden tener su origen en más de un antiguo ancestro, contrariamente a lo que las pruebas de ADN indicaban.

 «Tanto el caso belga como el de Siberia son especies domesticadas basadas en características morfológicas», señaló Greg Hodgins, un investigador de la Universidad de Arizona y coautor del estudio.

 «En esencia, los lobos tienen el hocico largo y delgado y los dientes no están apiñados, mientras la domesticación resulta en un acortamiento del hocico, la ampliación de las mandíbulas y el amontonamiento de los dientes».

 El cráneo de las montañas Altai está extraordinariamente bien conservado, indicó el investigador, permitiendo a los científicos realizar mediciones múltiples del cráneo, dientes y mandíbulas. «El argumento de que era un perro domesticado es bastante sólido», según Hodgins. «Lo interesante es que no parece ser un ancestro de los perros modernos», agregó el científico, que recurrió al Acelerador de Espectrometría de Masa de la Universidad de Arizona para determinar la edad de la cabeza de Siberia.

 Los restos de este animal fueron previos al Último Máximo Glacial registrado entre aproximadamente 26.000 y 19.000 años atrás, cuando las capas de hielo de la última edad de hielo de la Tierra alcanzaron su mayor extensión y perturbaron gravemente los patrones de vida de los seres humanos y los animales de aquel tiempo.

 Los dos cráneos indican que la domesticación de los canes por los seres humanos ocurrió en repetidas ocasiones a lo largo de la historia humana temprana en diferentes localizaciones geográficas, lo que podría significar que los perros modernos tienen antepasados múltiples en lugar de un único ancestro común.

 «Los perros no fueron necesariamente un suministro de productos o carne. Probablemente, siempre proporcionaron protección, compañía y tal vez ayuda en la caza. Y esto parece haber ocurrido antes que todas las relaciones humanas con los animales.