La muerte de un recién nacido en la madrugada del pasado 1 de noviembre en Recoletas ha provocado la apertura de un procedimiento judicial para investigar lo ocurrido aquella noche en las instalaciones del hospital privado, que acaba de poner en marcha una unidad materno-infantil en la capital después de un año de obras de adecuación de la tercera planta.El bebé nació mediante una cesárea y se le oyó llorar, pero pasados unos minutos falleció y fue necesaria la intervención de un forense del Instituto de Medicina Legal, que ha practicado la autopsia. De hecho, algunas muestras se han enviado a Madrid y, una vez que se obtengan los resultados de los análisis, se adjuntarán al procedimiento.