Placer por aprender

Agencias
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Cuatro niños con ansias de superarse protagonizan el documental 'Camino a la escuela', triunfador en los premios César 2014, que llega a España de la mano de la Obra Social 'la Caixa'

Placer por aprender

 
Los cuatro pequeños protagonistas, héroes ávidos de saber, consiguen emocionar a los espectadorse desde los primeros minutos que aparecen en pantalla. De hecho, el documental Camino a la escuela, dirigido por Pascal Plisson, y en cuyo proyecto ha colaborado la Obra Social ‘la Caixa’, fue el gran triunfador de los premios César 2014. El filme se estrenó en primicia en CaixaForum en Madrid el pasado día 13 y, tras atraer en Francia a más de un millón y medio de espectadores y cosechar un rotundo éxito en otros países europeos, acaba de llegar al resto de España. 
El documental narra las vicisitudes de Jackson (11 años, Kenia), Carlitos (11 años, Argentina), Zahira (12 años, Marruecos) y Samuel (13 años, la India), cuatro niños procedentes de distintos puntos del mundo que, a pesar de sus diferencias, comparten la misma avidez por aprender.
Sus historias conmueven por los desafíos tan dispares que deben sortear para acceder a la Educación: la distancia, la discapacidad y la discriminación. Así, Jackson recorre cada mañana con su hermana Salomé (seis años) los 15 kilómetros que le separan de su escuela. Nada más y nada menos que dos horas de carrera, a través de tierras peligrosas rodeadas de elefantes y otros animales sumamente peligrosos. Por su parte, desde los seis años,  Carlitos va a clase a caballo cada día, atravesando planicies y montañas de la Patagonia en un recorrido de 18 kilómetros que le lleva, con su hermana menor Micaela, desde su hogar en los Andes al colegio. 
 
Un pueblo en el Atlas. Luchando contra las voces que no ven apropiado en Marruecos que las niñas vayan a clase, todos los domingos Zahira recorre más de 22 kilómetros para llegar desde su pueblo situado en el Atlas hasta la escuela-internado, donde reside hasta el viernes junto con sus dos amigas Zineb y Noura. Un viaje largo y pesado en el que, una vez en la carretera, algún conductor benévolo debe acercarlas con su vehículo a tan singular destino. Por último, Camino a la escuela traslada al espectador al golfo de Bengala (India) para narrar la historia de Samuel, en silla de ruedas, y la de sus dos hermanos menores, que deben empujarlo durante cuatro kilómetros para que pueda asistir al aula. 
Localizar a los protagonistas del filme no fue fácil. La búsqueda de los cuatro intérpretes contó con la ayuda de la Unesco y de Aide et Action (Ayuda en Acción), ONG internacional de origen francés cuyo principal objetivo es fomentar la Educación, que consideran factor indispensable para el desarrollo. Este largometraje forma parte de un proyecto educativo y social más amplio que pretende concienciar sobre la importancia de la Educación para las generaciones futuras, así como facilitar el acceso a la misma a todos los niños y niñas del planeta. 
 
REALIDADES DISTINTAS. Camino a la escuela llega también a España con un sólido objetivo pedagógico destinado a colegios de todo el Estado. Dirigido al alumnado con edades comprendidas entre los seis y los 16 años, el proyecto tiene como objetivo que los escolares descubran realidades distintas de las suyas y que pueda generarse debate en clase sobre distintos temas abordados por la película, tales como el descubrimiento de nuevas culturas, la importancia de la Educación, la solidaridad y la convivencia o la no discriminación por razón de sexo.
El filme de Pascal Plisson recuerda, de forma muy elocuente, que el derecho a la Educación no está adquirido en todas partes. Y, si bien se pone en evidencia la dimensión geográfica, el filme no entra en el análisis de las razones.