La crisis económica ha hecho mella en las arcas municipales burebanas y está frenando la ejecución de obras como pavimentaciones de calles, arreglos de caminos o creación de zonas deportivas y rebajando los presupuestos de fiestas como se ha podido comprobar este verano pero, de momento, la recesión parece que no afecta a las conexiones a internet. El número de pequeños pueblos que instalan cobertura wifi mediante satélite sigue creciendo en la zona y los que ya disponen de ella hace tiempo la siguen manteniendo.
Actualmente, casi una veintena de localidades burebanas cuenta con cobertura para todos los vecinos. La idea, que es muy bien acogida sobre todo por los veraneantes más jóvenes, en realidad parte de una necesidad. Los secretarios de los ayuntamientos necesitan realizar cada vez más trámites on line y para ellos se han colocado las antenas pero los alcaldes han decidido abrir el servicio al resto de vecinos porque el coste es realmente muy asumible. Esta es seguramente la razón de que este sector siga creciendo mientras otros retroceden.
Según Rubén Chávarri, director de la empresa briviescana CHR Informática, instalar la parabólica en pequeños pueblos cuesta actualmente unos 800 euros a los que hay que añadir una suma de entre 40 y 100 euros al mes. Esta compañía ha colocado en los últimos cinco años redes wifi municipales en 120 localidades de toda la provincia burgalesa. Hace muy poco, ha hecho una instalación en el Centro de Recepción de Visitantes y en el Parque de Atapuerca y últimamente se está expandiendo en provincias limítrofes sobre todo en La Rioja.
BRIVIESCA. En la capital burebana, esta empresa ha montado antenas en las piscinas municipales y en la Plaza Mayor con tecnología ADSL pero el servicio aún no está operativo porque el Ayuntamiento está pendiente de contratar a la empresa que se encargará de administrar el servicio para controlar quien accede al sistema.
En estos momentos, los briviescanos pueden conectarse gratuitamente a internet en la Casa de Cultura utilizando o bien los ordenadores del propio centro o bien llevando su propio portátil pero, eso sí, con la condición de registrarse previamente. Además, numerosos bares de la localidad ofrecen este servicio sin coste adicional lo que le dota de un atractivo más para sus clientes.