Ni los llamamientos cívicos, ni la repercusión mediática, ni las protestas en la calle, ni los juicios a los agresores, ni la prevención policial. Los esfuerzos contra la violencia en las zonas de ocio nocturno, que en la ciudad de Burgos se ha cobrado víctimas mortales y heridos muy graves durante los últimos cinco años, no arrojan resultados positivos.
Según la estadística de peleas con heridos en estos puntos de la ciudad durante el año 2012, a lo largo del pasado ejercicio Las Llanas, Las Bernardas y las Bernardillas (o sus entornos más inmediatos) fueron testigos de peleas y agresiones que generaron heridas a 55 personas que tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios. Más de una cada fin de semana de media y un incremento respecto del 22% respecto a las 45 que se contabilizaron a lo largo de 2011.
La cifra del pasado ejercicio es resultante de un análisis de la estadística del Servicio de Emergencias 112, teniendo en cuenta únicamente aquellos casos vinculados con peleas y agresiones con resultado de herido y durante las horas nocturnas en las zonas anteriormente señaladas.
El dato se iría hasta más allá de los 120 heridos si ampliamos el radio a calles o barrios más o menos próximos a las zonas de copas, pero dada la imposibilidad de saber el origen de conflictos en puntos como las calles San Juan o la Puebla, la Avenida de la Paz, El Espolón o la Plaza del Cid el estudio se restringe a las direcciones consideradas comúnmente como Llanas, Bernardas o Bernardillas, precisamente las utilizadas hace un año por este periódico para hacer el mismo análisis.
Las Bernardas (junto a las calles de El Morco y Calzadas) siguen siendo las que registran un mayor número de heridos, con 25, pero es la única que presenta una relativa mejora respecto al año pasado cuando se sumaron 27. Las Bernardillas es la que proporcionalmente más crece al pasar de 5 a 9 heridos. Y finalmente Las Llanas también suma víctimas al incrementarse su registro de 13 a 21.
El incremento de heridos en las zonas de ocio nocturno resulta aún más significativo teniendo en cuenta que tanto el número de llamadas a los servicios de emergencia como el de las intervenciones que estos hacen tras recibirlas han disminuido en el conjunto de 2012.
El global disminuye
Si un año antes el 112 recibía 1.008 avisos provocados por peleas y agresiones en toda la provincia, durante el último ejercicio el dato disminuyó hasta los 965. Y si en 2011 fueron atendidas 439 personas por este motivo, en 2012 el dato cayó hasta los 424. Parece, por tanto, que los peligros de la noche se concentran en la capital, y más concretamente en sus zonas de copas, donde el consumo de alcohol y otras sustancias juega un papel fundamental como desencadenante de la gran mayoría de los episodios.
Precisamente, la psicóloga Rosa María Araguzo considera que el alcohol y las adicciones están detrás de las peleas entre jóvenes. Esta profesional, que colaboró con el Servicio de Salud Joven del Ayuntamiento en la Guía de Prevención de la Violencia, aboga por mejorar la educación de adolescentes y jóvenes pero también por potenciar otros valores como la empatía, el autocontrol, la autoestima o ponerse en lugar de otro. De esta manera, a su juicio, se pueden evitar este tipo de conductas.