Burgos apuesta por los pisos de 'segunda mano'

ICAL
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El 83'37 por ciento de las transaciones en la provincia durante 2013 fueron entre particulares, por encima de la media nacional y regional

Los cimientos del mercado del 'ladrillo' comienzan a removerse en Castilla y León, donde ha echado raíces el sector de la segunda mano con operaciones 'low cost' en su mayoría de inversores interesados en deshacerse con rapidez de activos aunque sea a bajos precios. Por cada vivienda nueva se venden ya cinco usadas, concentrando el 80 por ciento de las transacciones y de la actividad inmobiliaria que a pesar del continuo ajuste mueve todavía 1.311 millones en la Comunidad.

En Burgos esta tendencia es aún mayor, ya que durante 2013, de las 2.105 viviendas que se vendieron 1.755 procedían de otro particular, un 83,37 por ciento. este dato se sitúa por encima de la media regional (82,1%) y nacional (81,2%)..

El nuevo mercado inmobiliario está dominado por la vivienda de segunda mano, al contrario que en el periodo expansivo. Desde el estallido de la 'burbuja' el sector ha afrontado un proceso de reconversión y ajuste que parece continuar en Castilla y León. La recuperación económica, apuntalada en la recta final de 2013, no ha conseguido llegar al sector en el sexto año de crisis ya que el consumo de las familias sigue bajo mínimos y el grifo de la financiación sigue cerrado.

Asimismo, el sector de la segunda mano está resistiendo mejor el vendaval de la crisis que la obra nueva. De hecho, el 'stock' de casas sin vender se reduce a un ritmo anual del siete por ciento en Castilla y León, lo que alargaría durante una docena de años su absorción. De hecho, la Comunidad acoge solo el 6,4 por ciento del total de viviendas nuevas que no encuentran comprador en España, donde se contabilizan unas 583.453, un número similar a las de 2008, año en el que el país entró en la primera recesión del ciclo económico.

Las ventas de viviendas usadas quintuplicaron las de nuevas en 2013, según los últimos datos del Ministerio de Fomento. En Castilla y León se contabilizaron 11.281 operaciones de casas usadas, frente a las 2.444 de las sin estrenar, por lo que suponen el 82,19 por ciento. Sin embargo, hace seis años representaban solo el 40,6 por ciento. A nivel nacional, la tendencia de las viviendas que cambian de dueño se ha impuesto, respecto a la obra nueva, con 243.972 transacciones inmobiliarias sobre 56.377, es decir, suponen el 81,2 por ciento.

Por provincias, además de Burgos, fueron Ávila, Palencia y Salamanca las provincias que presentaron una mayor tendencia hacia el mercado de segunda mano, con valores superiores a la media autonómica. En concreto, en Ávila se contabilizaron 933 compraventas de casas usadas, representando el 84,21 por ciento del total; en Palencia, 847, un 84,87 por ciento, y en Salamanca, 1.519, un 85,24 por ciento. En todas ellas, por cada vivienda que se vende nueva, se adquieren más de cinco de segunda mano.

Por el contrario, Segovia y Zamora fueron las provincias donde el segmento de las viviendas usadas tienen menos mercado de la Comunidad. En la zamorana se contabilizaron 830 ventas de casas usadas, frente a las 222 nuevas, que supusieron un 21,1 por ciento, mientras en Segovia se registraron 972 -748 usada y 224 nuevas. En Soria, se compraron 557 viviendas de segunda mano, frente a las 145 nuevas, por lo que representaron un 79,34 por ciento. Le siguieron León con 1.890 compraventas de casas de 'ocasión', un 81,5 por ciento del total, y Valladolid, con 2.202 operaciones en casas usadas, un 81,95 por ciento.

Cambio de negocio

El mercado de la vivienda acumula tres años consecutivos de caídas, desde la tibia recuperación de 2010, que para el sector inmobiliario fue un espejismo. En el ejercicio pasado, movió 1.311 millones, un 38,7 por ciento menos que un año antes, cuando el volumen total ascendió a 2.142. El sector de la Comunidad se mantuvo como el octavo de mayor tamaño del país, aunque presentó una evolución más negativa que la media nacional, que registró un descenso del 20,4 por ciento, hasta los 38.016,5 millones.

En el año 2008, al inicio de la crisis, las casas nuevas generaban seis de cada diez euros, el pasado año las de segunda mano movieron más del 82 por ciento. Por tanto, el negocio de la compraventa se ha desplazado hacia los inmuebles usados. En concreto, las viviendas libres de segunda mano movilizaron 1.086 millones en 2013, un 36,3 por ciento menos que un año antes, frente a los 225 de las casas nuevas, que registraron un descenso del 66,1 por ciento.

Andalucía fue la autonomía que registró la mayor cuantía en las transacciones de vivienda libre, con 6.976,3 millones de euros. Por detrás se situaron Cataluña (6.765,7 millones), Madrid (6.530 millones) y la Comunidad Valenciana (4.986,3 millones). Le siguieron País Vasco (1.926,7), Canarias (1.827,7 millones), Baleares (1.644,2), Castilla y León (1.311,8), Galicia (1.258,4), Castilla-La Mancha (1.001,4), Murcia (988,3) y Aragón (790,4).

Mientras, las comunidades en las que el sector movió menos dinero fueron Asturias (482,4 millones), Navarra (439,1), Cantabria (412,6), Extremadura (381,6), La Rioja (217,2) y Ceuta y Melilla (76,2 entre las dos).

Actividad millonaria

El mercado de la vivienda libre en Castilla y León ha presentado durante los años de crisis un comportamiento ligeramente peor que el sector a nivel nacional, ya que movió 1.311 millones en 2013, frente a los 4.653 millones de 2008, lo que supone un 71,82 por ciento menos. De media en España, la caída fue del 59,9 por ciento al pasar de 94.951 millones a 38.016 millones.

Desde el pico máximo alcanzado en 2006, con 6.962 millones, el volumen que genera la vivienda en la Comunidad ha bajado más que en España (158.681,9 millones), con un retroceso del 81 por ciento. Por tanto, en los últimos ocho años, el mercado de la vivienda se ha desinflado, quedándose en un 20 por ciento de lo que fue en la etapa de crecimiento económico, en línea con la caída de las compraventas, que no alcanzan ni las 15.000 anuales, y de los precios, que rondan los 1.100 euros el metro cuadrado.

Desde 2007, sólo 2010 fue positivo para el sector inmobiliario. La débil recuperación económica de aquel año permitió aumentar su volumen de actividad un 11,8 por ciento en Castilla y León y un 7,7 por ciento en España.