Tranquilidad fue la palabra más repetida por los comerciantes en el arranque de ayer de las rebajas de verano. Unos atribuían el sosiego a las fiestas patronales de la ciudad y otros al bochorno imperante en las calles. Las aglomeraciones han pasado a la historia y las colas a las puertas de los establecimientos antes de la hora de apertura se quedan ya en testimoniales, con apenas una decena de personas en tiendas que como Massimo Dutti siempre se han caracterizado por largas esperas.
Ni que decir tiene que quien más y quien menos caminaba por las calles del centro de la capital con una (o más) bolsas en la mano. El ajetreo de los comercios era mayor que el de cualquier otra jornada, al igual que el ritmo de venta. «Las rebajas han perdido mucha fuerza», reconocían desde Calzados Ruiz, en la Plaza Mayor, argumentando que cada vez hay más promociones en las fechas previas al inicio de la campaña.
En el comercio tradicional los descuentos de los primeros días suelen ser menos agresivos que en las grandes cadenas y parten del 20% o 30%. De lo contrario, las «cuentas no salen», porque el verano «acaba de empezar» y «no se pueden tirar los precios». Otra cosa será el próximo mes de agosto (acaban el 31), cuando las ofertas se dispararán para evitar acumular excedentes en los almacenes.
La meteorología tiene mucho peso a la hora de hacer caja. Este año, a diferencia del pasado, las altas temperaturas han incentivado las ventas en los últimos meses, aunque sea muy levemente. «Se crece pero muy poco porque se ha bajado mucho», señalaban desde Ruiz, al tiempo que afirmaban que esta temporada de primavera se ha desarrollado con «altibajos».
La actividad crecía a media mañana en las tiendas más pequeñas. Desde una de ellas, situada en la calle La Puebla y dedicada al textil, admitían que las grandes cadenas concentran la mayor afluencia de público durante las primeras horas del arranque de campaña. Con descuentos del 20% esperaban una buenos resultados después de que la temporada haya ido «algo mejor» que la del año pasado.
Desde la asociación Centro Burgos y Zona Sur también hablaban de una mayor tranquilidad que en anteriores ocasiones, lo que cual no cambia sus previsiones iniciales de que las rebajas de este verano se prevén mejores que las del pasado. «Hay que ser un poco paciente porque acaban de empezar», manifestaba su presidente, Raúl Martínez.
Las mismas expectativas mantienen los comerciantes de Gamonal, que se muestran «optimistas» respecto a la evolución de este periodo oficial de descuentos, teniendo en cuenta que los primeros días suelen ser «flojos» por coincidir con las fiestas. Este año y como novedad, la agrupación Zona G ha puesto a disposición de sus asociados carteles y bolsas de plástico con el mensaje de Atención Rebajas con el fin de llamar la atención de los consumidores e incentivar las ventas.