Los lujos asiáticos de las autonomías

Europa Press
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Solo cinco comunidades atienden el ofrecimiento del Gobierno para integrar sus 'embajadas' en la red estatal y ahorrar así costes

Los lujos asiáticos de las autonomías

Las comunidades autónomas mantienen un total de 25 delegaciones políticas ubicadas en diferentes puntos del extranjero, sobre todo en Bruselas, y solo cinco autonomías han atendido al ofrecimiento del Gobierno para integrar sus embajadas en la red estatal de oficinas y así ahorrar costes.

Las sedes fuera de España son utilizadas por las regiones como vehículo de cooperación política con el país en el que están ubicadas, así como medio de promoción y difusión de su cultura y su lengua. Además, todas las autonomías contaban con oficinas propias en Bruselas para formar parte de las negociaciones que se desarrollan en el ámbito de la UE.

Sin embargo, la crisis económica cuestionó la existencia de estos centros, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ofreció a los territorios cerrarlas e integrar su personal en las embajadas nacionales para ahorrar los costes de alquiler de edificios y otros gastos fijos.

Así, el popular reiteró la semana pasada esta oferta y el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior del Estado en el que el Ejecutivo contempla emitir un informe sobre si considera pertinente la apertura de estas instancias en el exterior y hará «recomendaciones» sobre los viajes que sus representantes hagan al extranjero, de los que deberán informar al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Pese a este ofrecimiento, las autonomías mantienen aún 25 oficinas propias fuera de territorio nacional, 12 de ellas ubicadas en la capital comunitaria porque consideran imprescindible su presencia en el corazón de la UE, máxime en el actual contexto de negociación de los fondos europeos.

Particularidades.

Al margen de la ciudad belga, hay algunas regiones que mantienen también abiertas delegaciones en otras ciudades tanto del Viejo Continente como de América. Es el caso de Cataluña, que no solo no se plantea cerrar estas oficinas sino que el Gobierno de Artur Mas durante la pasada legislatura defendió la necesidad de reforzar su presencia internacional con la apertura de nuevas sedes.

Por su parte, el País Vasco, además de la delegación de Bruselas, tiene abiertas oficinas en Nueva York, México y Colombia. El propio Gabinete regional explicó que las oficinas de Euskadi en el exterior son «el órgano de representación de la comunidad en materia de cooperación al desarrollo y de defensa y promoción de intereses multisectoriales en el ámbito de las competencias que a ésta le corresponden».

También Galicia cuenta con sedes en Uruguay y Argentina, países que acogen las colonias más importantes de emigrantes gallegos. Tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Xunta, ambas fueron trasladadas a dependencias de los centros autonómicoss en esos Estados, a fin de reducir costes.

Por su parte, Canarias tiene delegación en Caracas (Venezuela) para consolidar su presencia en el ámbito internacional y en respuesta a la «creciente actividad» que desarrolla en el exterior.

Además, el Ejecutivo de Extremadura abrió una oficina en Lisboa, inaugurada en junio de 2009, con el objetivo de intensificar los lazos con Portugal y favorecer la imagen y la visibilidad de la región en el país luso, aunque José Antonio Monago la cerró el pasado año. En la actualidad, el edificio se encuentra en proceso de subasta.