La ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguró ayer en Madrid que el proyecto de la línea de Alta Velocidad Burgos-Vitoria «sigue para adelante» a pesar de que la Comisión Europea ha dejado este proyecto fuera de las ayudas del Programa CEF porque «hay financiación del Estado para hacerlo» si bien no concretó ni plazos de ejecución ni cantidades concretas de inversión.
Pastor fue preguntada por el futuro a medio plazo de esta infraestructura cuya ejecución tiene un presupuesto de unos 1.300 millones de euros solo para la construcción de la plataforma. La negativa de la Comisión Europea a financiarlo -lo que se ha conocido recientemente- no va a implicar que el proyecto se pare. «Absolutamente no se para; no se va a parar nunca», aseguró la ministra de forma categórica.
El Ministerio de Fomento, añadió, va a «seguir trabajando en la Unión Europea para conseguir fondos para ese proyecto», que permitirá culminar la unión de Burgos con la frontera francesa a través de la denominada Y vasca. Según afirmó, la prueba evidente es que es el propio Gobierno es el que los ha solicitado y «vamos a seguir reclamándolos hasta que se cansen de nosotros». En concreto, Fomento solicitaba a Europa fondos equivalentes al 20 por ciento de la inversión, es decir, 272,6 millones de los 1.308,44 presupuestados inicialmente.
RENTABILIDAD SOCIAL
La ministra, que clausuró en Madrid una jornada sobre ‘La eficiencia en la inversión en infraestructuras’, también aprovechó para defender la «rentabilidad social» de determinadas líneas de AVE que desde el punto de vista «puramente economicista» pueden no tener resultados de explotación positivos.
A su juicio, «las líneas ferroviarias del siglo XXI son líneas que tienen una rentabilidad económica y social» y su ministerio trabaja en ofrecer a todos los españoles «las mismas oportunidades», también, «faltaría más, a los de Castilla y León».
En este sentido añadió que, por los debates que se están suscitando en las ultimas semanas en torno a la rentabilidad de la alta velocidad, «parecería» que algunas personas «no quieren que los castellano y leoneses tengan las mismas oportunidades» que el resto de los ciudadanos.
Sobre este asunto, mencionó a modo de ejemplo la línea de Alta Velocidad a las capitales de León y Palencia, que se encuentra en fase de ejecución y que, según dijo la responsable del Gobierno, está siendo cuestionada desde el «discurso político» de algunos, cuando la pregunta debería ser «por qué no tiene que haber inversión pública en una vía del siglo XXI para ir a León».