San Pablo Inmobiliaria: 74 Amics Castelló: 83
San Pablo Inmobiliaria Club Baloncesto Miraflores: A. Peciukevicius (4), Anton Maresch (14), Justas Sinica (5), Roger Fornas (6), Matija Poscic (2) -cinco inicial-; Roger Vilanova (2), Rafa Huertas (8), Edu Martínez (2), Javi Vega (14) y Filip Toncinic (17)
Amics Castelló: Joan Faner (8), Manuel Rodríguez (11), Juan Cabot (14), A. Bortolussi (10), Brandon Garret (8) -cinco inicial-; Alberto Fernández (0), Chema García (11), Garfield Blair (8) y Víctor Hidalgo (13).
Parciales: 18-21; 19-19; 17-28 y 20-15.
Árbitros: Juan Alberto Pinela García y Jorge Muñoz García. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de LEB Oro, disputado en El Plantío ante unos 2.000 aficionados.
No fue el debut deseado. El relevo en el banquillo no sirvió para romper la racha adversa de dos derrotas seguidas, al contrario la aumentó. Diego Epifanio contó con el cariño de la afición y con el apoyo de un Plantío entregado pero faltó la garra defensiva necesaria para doblegar al equipo más ofensivo de la LEBOro. La ansiedad por ganar provocó numerosos errores y amargó el estreno del técnico burgalés.
Había avisado de los peligros del Castelló. Había insistido durante toda la semana sobre la necesidad de frenar su juego rápido y agresivo, pero todos los consejos se olvidaron durante gran parte del encuentro y de manera singular tras el descanso. El Plantío fue testigo de un duelo dispar, entre un equipo que necesitaba demostrar su talento frente a una formación con mucho ganar y nada que perder.
Los burgaleses se mostraron flojos en defensa y sufrieron la contundencia de los levantinos, que jugaron con un desparpajo sin igual. Al mal juego en situaciones defensivas se sumó la falta de acierto en los triples; 6 de 21 lanzamientos (29%), que contrasta con el 53% de acierto del Castelló.
El ambiente era espectacular. Había expectación por presenciar el debut de Diego Epifanio en el banquillo. Fue recibido con una cálida ovación de los aficionados puestos en pie. Las buenas sensaciones se prolongaron en los dos primeros minutos del partido. Un triple de Anton Maresch y otro de Justa Sinica establecieron las primeras diferencias en el marcador (6-2). Las dificultades surgieron con los lanzamientos bajo canasta. Nadie era capaz de penetrar y romper la defensa zonal del Castelló (8-7). Dos personales de Bortolussi le llevaron al banquillo y asumió la responsabilidad ofensiva el exburgalesista Juan Cabot. Fue un arma letal. Anotó 10 puntos. Su acierto solo era contrarrestado por el capitán Anton Maresch (17-21).
Diego Epifanio solicitó tiempo muerto, que fue aprovechado por Augustas Peciukevicius para ser atendido por el fisioterapeuta Víctor López. Se lesionó en su tobillo izquierdo. No volvió a salir. Roger Vilanova se olvidó del triste momento personal por el que estaba pasando y se centró en el juego. Impuso un ritmo más veloz al ataque y a falta de tres segundos provocó una falta. Con su tiro libre transformado cerró el cuarto con 3 puntos de desventaja, 18-21.
El segundo cuarto tuvo dos fases. En la primera, el San Pablo se mostró bastante errático; sin nadie que asumiera la responsabilidad. Lo aprovechó el Castelló para incrementar su ventaja, tras un parcial de 0-7 (24-37), que pronto se plasmó en una diferencia de 14 puntos (26-40).
El partido atravesaba un momento crítico y urgían medidas. Diego Epifanio entregó la batuta del juego al capitán Anton Maresch y San Pablo jugó sin bases. Se cerró bien el rebote, pero sobre todo recuperó una mayor actividad defensiva en las líneas de pase. Fueron los mejores momentos del equipo burgalés, que creció desde la defensa para lograr buenas acciones ofensivas: exteriores con Rafa Huertas e interiores con Filip Toncinic y Javi Vega. Cristalizó un parcial de 11-0, llegando al descanso con un 37-40 y excelentes sensaciones.
Cinco triples
Todo lo conseguido en los últimos seis minutos desapareció en un instante. Buen juego, gran defensa, confianza, acierto ofensivo... todo se borró con los triples demoledores y destructivos del Castelló. Emergió el base Joan Faner y el alero Manuel Rodríguez. Anotaron cuatro triples (47-57) que tuvieron su continuación en un quinto de Bortolussi (49-60). Fueron poco más de 4 minutos brutales, que fundieron al San Pablo. Ni los tiempos muertos de Diego Epifanio, el incansable trabajo de Anton Maresch, los esfuerzos descomunales de Rafa Huertas, los rebotes de Roger Vilanova o la lucha constante de Roger Fornas y Javi Vega sirvieron de gran cosa. Los burgaleses remaban contracorriente ante el más acertado juego ofensivo del rival (54-68). El último cuarto fue un constante querer y no poder, a pesar de los gritos entusiastas de ‘Sí se puede’. Chema García desde la línea del tiro libre selló la tercera derrota consecutiva y amargó el estreno de Diego Epifanio.