La ribera del Ebro tendrá un edificio de 30 viviendas con más de 50 plazas de garaje

G.A.T. / Miranda
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Se alargará la calle Federico Keller y se hará un inmueble que recuerde las ya desaparecidas fachadas con galerías colgadas sobre el río

Es uno de los espacios más degradados del Casco Histórico mirandés después de que hace casi tres años se demolieran por su estado de ruina una serie de viviendas deshabitadas. Se trata del tramo que ocupaban los números del 10 al 18 de la calle Los Hornos, una de las principales calles de la Parte Vieja de la ciudad, y que además de dar a esta calle da en otro de sus frentes al río Ebro y a la calle Federico Keller.

El espacio ha sido elegido por una promotora madrileña para desarrollar un nuevo y singular proyecto residencial, que además será el de mayor tamaño de los hechos durante décadas en la zona antigua de la ciudad, y coincidente con un tramo de las riberas que destaca por las elevadas manguardias de piedra existentes.

La propuesta que ha comenzado a tramitarse la lidera Lauvar y tiene el impulso y la garantia de Anida y BBA, retomando la idea de regenerar con un proyecto residencial este espacio. Para ello está tramitando el expediente y en breve se hará el estudio arqueológico necesario, con la idea de poder iniciar la intervención a lo largo del próximo año.

Ahora la iniciativa plantea la construcción de un bloque residencial de entre 30 y 35 viviendas en esta zona de la ciudad, que actualmente presenta un estado de abandono, cercada por los muros de las viviendas demolidas. De hecho en la ribera del Ebro la demolición de las viviendas dejó una estampa que afea el entorno del río, años atrás poblado con viviendas que se asomaban al cauce en muchos casos con bellas galerías y balcones.

La iniciativa constructora ocupará buena parte de la calle al agrupar lo que antaño eran cinco portales, y además se extenderá por la calle Federico Keller (la de La Sidrería), que se alargará por la zona de la Terraza.

Allí estará la entrada al portal del edificio y al garaje, ya que será una promoción pionera en la oferta de plazas de garaje en la Parte Vieja, con un proyecto que recoge la creación de unas 55 plazas en una planta sótano.

La construcción será de planta baja (con local comercial), más dos planta y bajocubierta, lo que permitirá además crear viviendas tipo duplex. Otra característica estética del nuevo edificio estará en que se recuperarán las fachadas colgadas sobre el río Ebro, con un estilo similar al de las galerías que durante mucho tiempo tuvieron las calles anexas al río y que conforme se han ido demoliendo casas han desaparecido.

No obstante el proyecto tendrá algunas limitaciones en base a la normativa urbanística aplicable, que es más concreta al estar dentro del PERI (Plan Especial de Reforma Interior del Conjunto Histórico). De esta manera las viviendas demolidas hace tres años tenían cierto grado de protección en base al PERI, por lo que la nueva construcción debe reproducir algún elemento estético y respetará un muro de sillería existente.