Autocid Ford: 89  Força Lleida: 52

Autocid Ford:

Força Lleida:

Marcadores: 20-14 (primer cuarto); 15-8 (descanso, 35-22), 25-11 (tercer cuarto, 60-33); 29-19 (89-52, final).

Árbitros: José María Terreros San Miguel y Jesús Martínez Prada.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de Liga, disputado en El Plantío ante  unos 1.800 aficionados.

Herido en su orgullo tras el varapalo de Palencia, Autocid Ford humilla al Lleida. Se olvida del juego vistoso y alegre y opta por la efectividad. Era el partido para reivindicarse, para demostrar su valía y elevar su autoestima. No era momento para florituras y así reaccionó ante los catalanes. No le dieron opción a nada y desde el primer minuto machacaron.

Todas las amenazas ofensivas de los jugadores de Joaquín Prado fueron descubiertas sin contemplaciones. En ningún momento fueron peligrosos y siempre estuvieron sometidos a la tiranía de los de Andreu Casadevall.

Con este triunfo, Autocid Ford cumple su misión y permanece a la espera de lo que hagan sus rivales para clasificarse para la Copa Príncipe. Teniendo en cuenta la igualdad de la competición, es evidente que todo se decidirá el próximo día 28 en Valladolid. La trascendencia del partido impide tener vacaciones. La plantilla reanudará los entrenamientos mañana y solo descansará dos días.

Gran defensa. Autocid no pudo inaugurar el marcador con las canasta bajo aro de Taylor Coppenrath, que estuvo muy bien defendido por Múgica y Fran Guerra. La lectura fue rápida y la responsabilidad recayó en Miquel Feliu, que con dos triples estableció las primeras diferencias (6-0).

El juego ofensivo no era brillante pero atrás era incuestionable. Todos los exteriores del Lleida, que durante la Liga se han prodigado con sus triples, no tuvieron nunca posiciones de tiro cómodas, gracias a la intensidad defensiva de los castellanos. Lluis Costa y Jeff Xavier les robaron balones prácticamente de las manos y Miquel Feliu -cuando cometió dos personales salió Anton Maresch- no cedieron ni un milímetro a Greg Kahlig. Por dentro tampoco estuvieron cómodos y únicamente Fran Guerra hacía valer sus centímetros en la pintura. La superioridad de Autocid era manifiesta. Ni siquiera la apuesta arriesgada del recién recuperado José Simeón ayudó al Lleida, que cerró el primer cuarto con 20-14.

Con la dirección de Albert Sàbat, el conjunto anfitrión mantuvo su intensidad defensiva (27-17) y el segundo cuarto fue un paseo, a pesar de que hubo momentos bastante extraños, donde la conexión brilló por su ausencia. Los jugadores de Joaquín Prado se fueron totalmente del partido, deambularon por la pista y estuvieron casi 6 minutos sin anotar. Un tiro libre de Alfons Alzamora marcó un 30-18, mientras que Autocid Ford sentía que el encuentro estaba totalmente encarrilado (35-22). A Lleida se le habían apagado las luces ofensivas.

Tras el descanso, el juego no mejoró. Los castellanos estaban siendo muy superiores a los catalanes. Su salida fue contundente. Un parcial de 10-4, con dos triples de Miquel Feliu, provocó la solicitud de un nuevo tiempo muerto. Ordenó lanzamientos exteriores, buscando el acierto de sus tiradores, que anoche no tuvieron su día. Por contra, sí respondieron Albert Sàbat y Jeff Xavier, que con sus robos de balón propiciaron rápidos contraataques y el constante aumento de diferencias. Con 27 puntos finalizaron el tercer cuarto (60-33).

Los hombres de Andreu Casadevall siguieron machacando al Lleida en el último cuarto. Con los triples de Albert Sàbat y de Anton Maresch y los puntos de Sergio Olmos y Michel Diouf, Autocid Ford buscaba restañar la dolorosa herida recibida en Palencia, y no tuvo piedad de un Lleida muy pobre (73-39). Sin presión y cuando el partido estaba decidido es cuando Greg Kahlig acertó en el lanzamiento exterior, pero su aportación fue anecdótica ante la contundencia de un Autocid Ford herido en su orgullo.