La uva pide calor

XURXO G. G. / Valladolid
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Las DO de la Comunidad prevén una vendimia adelantada y consideran que un incremento del calor optimizaría la calidad • Auguran una cosecha similar a la de 2013

Un trabajador porta un cesto con uvas en la pasada vendimia. - Foto: CÉSAR SÁNCHEZ / Ical

Las doce Denominaciones de Origen (DO) de Castilla y León prevén una vendimia temprana por el adelanto del ciclo evolutivo de la uva. Este adelanto estará provocado unas condiciones climáticas singulares en primavera, con más calor de lo habitual y precipitaciones puntuales pero poco abundantes. Además, teniendo la suavidad de las temperatuas de este verano, los técnicos de las DO consideran que un incremento del calor ayudaría a optimizar la calidad de la uva.
 
Así, desde las bodegas aseguran, en general, tener controladas las plagas y enfermedades que podrían echar a perder lo que prevén como una buena cosecha. De hecho, los propios técnicos afirman que las cifras podrían rondar los excelentes números del año pasado.
 
De este modo, aunque todavía es «pronto» para las cábalas, son pocas las DO que se atreven a augurar una recolecta superior a las cifras del año pasado. En general, desde los Consejos Reguladores no dudan en admitir que los números serán parecidos a los de 2013.
 
En esta línea se pronuncian desde Ribera del Duero, la denominación con mayor producción de la Comunidad. Pese a que no quieren todavía hablar de cifras, sus técnicos señalan que, de momento, el ciclo de cultivo de la uva sigue su evolución correcta y se encuentra «adelantado debido a una primavera con temperaturas cálidas». Sin embargo, este adelanto ha sido ligeramente contrarrestado por «un verano con temperaturas algo inferiores a lo habitual».
 
Con el objetivo de acercarse a las 95 toneladas de uva obtenidas el año pasado -el tercer registro más alto de su historia-, desde Ribera del Duero aseguran que todo va según lo previsto y que apenas han registrado pérdidas más allá de «algún corrimiento de racimo debido a alguna tormenta aislada». Precisamente en relación a las lluvias, el Consejo Regulador destaca su aparición «por debajo de la media». Pero esto no significa que el viñedo tenga escasas reservas hídricas, ya que las precipitaciones registradas estuvieron «bien repartidas, por lo que las viñas aprovecharon el agua».
 
Por su parte, desde Rueda, la otra gran productora de vino de la Comunidad –con una media de 70 toneladas de uva recogida entre 2008 y 2012-, afirman tener «cero problemas, siempre teniendo en cuenta que todavía faltan semanas para iniciar la recogida». Su director técnico, Jesús Díez, señala como la incidencia más destacable «la sequía», aunque es consciente de que «la pluviometría siempre es escasa en estos meses». A su vez, señala que «existe un adelanto en el ciclo de cultivo de 15 días en relación al ejercicio anterior», aunque confía que la vendimia comience a primeros de septiembre, «unas fechas habituales».
 
En este sentido, desde la DO de Toro también destacan el «ligero adelanto de la uva, que actualmente se encuentra en fase enveramiento». La denominación zamorana augura «una buena cosecha» si aumenta algo la temperatura durante lo que queda de mes de agosto. Su director técnico, Carlos Gallego, destaca que esta ausencia de calor provoca una disminución de la velocidad de enveramiento, aunque de cara a septiembre, pide «noches más frías». Gallego también se hace eco de las protestas del sector en relación a la yesca, «un problema que a pesar de que afecta solo a la planta, no tiene solución».
 
Los viñedos de la DO Bierzo tampoco se escapan de este ciclo evolutivo adelantado. En concreto, su directora técnica, Carmen Gómez, afirma que el ciclo sufre un adelanto de «unos 15 días respecto a 2013». Así, Gómez se atreve a pronosticar que serán en torno a 16 las toneladas de uva que se comenzarán a recoger hacia el 6 de septiembre, «aunque todo dependerá de las condiciones climáticas». «De momento han sido buenas», admite. 
 
Mientras, en Cigales, la técnica Águeda del Val confía en alcanzar las 8,5 toneladas, una cifra superior a la media entre 2008 y 2012. Del Val también coincide en que algo más de calor en lo que queda de verano ayudaría a optimizar la calidad del fruto. Una uva que, por otra parte, presenta actualmente unas condiciones sanitarias «sanas» con «racimos majos» en cuanto a número.
 
Algo similar sucede en la denominación de Arlanza, a caballo entre Palencia y Burgos, y que cuenta con «una buena cantidad de racimo». José Ignacio Marqués, su encargado jefe, considera que «la cosecha viene buena, ya que aunque se espera una diminución del 30 por ciento, la superficie de producción es menor». Así, desde Arlanza aspiran a alcanzar las 1,3 toneladas de uva.