«¡Fuera del agua, gorda!». «No vengas a hacerte la estrecha. Si te has follado a todo lo que se mueve...». Estas frases y otras del mismo tono denigrante eran, supuestamente, habituales en los entrenamientos y en las concentraciones de la selección española de natación sincronizada dirigida por Anna Tarrés. Según una carta firmada por 15 integrantes de aquellos equipos que se conoció a última hora del pasado lunes, la exseleccionadora nacional «no ha tenido límites» para conseguir los numerosos éxitos deportivos que adornan su palmarés. Mientras, la Federación, que ayer presentó al nuevo equipo técnico, guarda silencio sobre estos hechos.

Las firmantes, cuyo nombre más mediático es el de Paola Tirados, excompañera de dúo de Gemma Mengual hasta Pekín 2008 y que decidió abandonar en 2009 el equipo por fuertes discrepancias con la catalana, salen ahora a la luz porque «siempre nos hicieron creer que Anna era una persona inamovible, implacable, que siempre tenía poder». La carta es dura y acusadora. Califican a Tarrés de «dictadora» que «optó por sembrar el pánico» y que «solo se rodea de personas sumisas».

Además en la misiva se cuentan experiencias personales como la que sufrió Ana Violán, que formó parte del equipo hasta 2007, que asegura que, cuando le preguntó un día a la entrenadora tras cinco horas de entrenamiento en la piscina: «Anna, ¿puedo salir del agua un segundo a vomitar? Tengo muchas náuseas», la seleccionadora le espetó: «¡No! ¡Trágatelo, que aún te queda hora y media para terminar! Si no, ¡fuera! Te vas a tu casa y no vuelvas».

Otro de los momentos duros que recoge el documento lo vivió Laura López que cuenta como Tarrés no la dejó recoger la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo tras ganar una presea en los Juegos de Pekín. «No vas a ir a recoger el galardón, porque eres inferior a las demás del equipo», recuerda la exnadadora.

Tras esta denuncia pública, ayer otras ‘sirenas’ que pertenecieron a la disciplina de la catalana se unieron a las denuncias de sus compañeras. Así, Neus Seguí subrayó que Tarrés es una entrenadora «con muy buenos resultados» pero «con muy malas maneras» que sometía a las internacionales a «maltratos psicológicos constantes». «En la primera reunión que tuvimos con ella nos dijo: Esto es una dictadura y yo soy la dictadora», explicó su expupila.

También la antigua componente del equipo Eva Romo recordó como la catalana le sometió a tal presión que necesitó un año de psicólogo para recuperarse del trato recibido.

«No vale todo». Mientras, el presidente de la Real Federación Española de Natación, Fernando Carpena, indicó, en la presentación del nuevo equipo técnico de sincronizada, que el organismo será «cauteloso y respetuoso» hacia la figura de la exseleccionadora Anna Tarrés, si bien señaló que «no vale todo» para conseguir un oro.

En cuanto a la carta de las 15 exnadadoras critican los métodos de Tarrés, señaló que afecta al «ámbito privado de las personas, aunque sean acciones que hayan podido suceder en el ejercicio de unas funciones». Aún así, aseguró que tratarán el tema «de puertas para adentro».

Más directa fue la campeona y actual miembro del ‘staff’ técnico del equipo, Gemma Mengual, quien lamentó la aparición de la misiva. «No me gusta este follón, ni el morbo ni esta historia, no creo que sea elegante ni que toque ahora sacar mierda cuando no toca. Hay que quedarse con lo bueno», subrayó.

Solo Andrea Fuentes, líder de la actual selección, salió en defensa de la entrenadora al asegurar que las nadadoras no son «ovejas» que hayan sufrido por un «dictador» y recordó que escogieron libremente un duro camino hacia el éxito, pero sin que nadie, ni siquiera Tarrés, les arrojara al vacío.