Científicos y empresas buscan en la UE fondos para competir con China

B.G.R. / Burgos
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Aspiran a lograr más de un millón de euros para hallar nuevos materiales que sustituyan a las materias primas que se emplean en tecnología monopolizadas por el mercado asiático

Instalaciones del Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de la UBU, situado junto a la Facultad de Ciencias, en el campus de la Milanera. - Foto: Luis López Araico

La Universidad de Burgos pondrá en marcha en septiembre el Centro Internacional de Investigación en Materias Primas Críticas (ICCRAM según sus siglas en inglés), que reunirá a 25 científicos de la institución académica local y a empresas y entidades de ámbito tanto nacional como internacional. Su objetivo pasa por aunar fuerzas para captar fondos europeos que permitan avanzar en la búsqueda de nuevos materiales sintéticos que puedan sustituir a elementos naturales que se emplean en la tecnología, como los teléfonos móviles, y que se producen solo en el mercado chino.

«Se trata de 20 materias primas tecnológicamente muy necesarias dentro de la industria europea pero de difícil acceso para el mercado internacional por cuestiones de monopolio básicamente de China», explicó ayer el vicerrector de Profesorado, Alfredo Boll, tras la reunión del Consejo de Gobierno en el que se dio el visto bueno al proyecto. En este sentido, detalló que Bruselas cuenta con un programa específico de apoyo a esta línea de investigación, además de primar la unión entre científicos y empresas, al que pretende acceder el nuevo centro con la intención de conseguir «rebasar» el millón de euros de un total de 80 millones destinados a este fin.

Las ayudas podrán empezar a solicitarse en septiembre, de ahí que la puesta en marcha del centro se prevea para esa fecha. La sede física del mismo estará ubicada en el edificio de I+D+i de la Universidad de Burgos y en breves fechas se sacará a concurso la plaza de director del mismo. Este será el único desembolso que, según Boll, tendrá que hacer la UBU, ya que el cometido principal de esta iniciativa pasa por captar fondos del exterior.No obstante, precisó que se cuenta con el apoyo institucional de la Secretaría de Estado de Investigación, dependiente del Ministerio de Economía, así como de la Junta de Castilla y León.

25 entidades

Hasta el momento, 25 entidades y empresas nacionales e internacionales vinculadas al mundo tecnológico han mostrado su interés por formar parte del nuevo centro. Entre ellas, el responsable académico citó algunas como la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo, la Plataforma Española para la Fabricación Avanzada, la Fundación del Centro Tecnológico de Miranda, la firma italiana Hidrogenera, la asturiana Sinerco o el Instituto Universitario de Francia, entre otras.

Dentro también del ámbito de la investigación, el Consejo de Gobierno de la UBU aprobó la puesta en marcha de la empresa AGRAE para la explotación de algas con funciones de depuración y en cuya patente participan tanto la institución local como la Universidad de Valladolid, que además de un porcentaje en su facturación obtendrán 500 euros al año.