«El tercer carril de la A-1 (nueva denominación de la AP-1 libre) parece una obra necesaria a medio plazo», indicó ayer el representante provincial del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Castilla y León, Javier Fernández Armiño, que respalda la futura ampliación de un corredor que concentra «mucho tráfico, sobre todo en verano y Semana Santa».

Fernández Armiño acompañó ayer al director de la Escuela Politécnica de la Universidad de Burgos, Miguel Ángel Mariscal, y a la decana del Colegio regional, María González Corral, en la presentación del I Encuentro navideño de Ingenieros de Caminos de Burgos, en el que profesionales con dilatada experiencia en el sector, recién egresados o alumnos a punto de terminar sus estudios departieron sobre el estado actual de la profesión, las alternativas de trabajo durante la época de la crisis y algunas de las actuaciones más importantes llevadas a cabo en los últimos años en la ciudad.

Entre las citadas intervenciones, el representante provincial del Colegio de ICCP destacó la ampliación de la depuradora de Burgos, que, según él, permitirá en un futuro el desarrollo de los polígonos y la implantación de nuevas industrias en la ciudad al «tener garantizado el abastecimiento de agua, la depuración y el control de los vertidos».

Igualmente citó el cierre definitivo de la circunvalación, cuyo primer tramo entró en servicio hacia 1984, y el desvío ferroviario, que ya cumple una década, como otras dos grandes obras que han «transformado profundamente» la ciudad en los últimos años.

Precisamente sobre el bulevar reconoció que ha «descongestionado mucho» el tráfico del centro, pero que permitir los giros a la izquierda o implantar rotondas podrían «ralentizar la circulación» de los vehículos que van por la vía principal. Igualmente comprende que de cara al futuro y desde el punto de vista medio ambiental, «el centro urbano se vaya restringiendo al tráfico», en referencia a la posible peatonalización de las calles Santander o San Lesmes.