La Policía detuvo ayer a 14 personas, 3 menores de edad, en relación con los disturbios generados por participantes en la marcha organizada en Madrid para apoyar a los ciudadanos movilizados en Gamonal, según informó a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. Además, los sanitarios tuvieron que atender a 5 agentes de policía y 6 manifestantes por diversas lesiones, en principio todas leves. 

Entre los arrestados se encuentra un efectivos de los Bomberos del Ayuntamiento de la capital que estaba de servicio, que protagonizó un incidente con agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP). 

Los incidentes se produjeron pasadas las 9 de la noche, cuando policías que formaban parte del cordón policial que impedía el paso a la altura de la calle Génova -donde se encuentra la sede del Partido Popular- y la Plaza Colón cargaron y lanzaron pelotas de goma contra un grupo que, previamente, les había insultado y lanzado petardos y botellas. 

En su huida, algunos manifestantes volcaron y quemaron contenedores, y destrozaron mobiliario urbano en varias de las calles del centro de Madrid. En la calle de Alcalá se provocaron destrozos en una sucursal de Bankia. 

A las 19 horas, centenares de personas de distintos puntos del país se concentraron ayer frente a la Puerta del Sol solidarizándose con el barrio de Gamonal. Se repitieron las mismas consignas que resuenan desde el pasado viernes en Burgos.

«Es una lucha común, los abusos hay que pararlos sin importar dónde se produzcan», explicaba para Ical la madrileña María Jesús Landaluce. 

En la manifestación también se encontraban numerosos burgaleses que residen en Madrid. «Lo ves por la tele y te emocionas», admitía Ismael Arnáiz, quien añadía que tiene ganas de volver a su ciudad para «unirse en la lucha». Otra joven, vecina de Gamonal, Carmen Blanco, comentaba que recibe información de forma continua de sus familiares y desea regresar a casa cuanto antes para asistir a las concentraciones. Eso sí, «nunca habría apoyado la violencia». En su caso, considera que el alcalde tomó la decisión correcta al paralizar las obras pero mantiene que «queda mucho por luchar». 

 

más respaldo. En otras ciudades de España se fueron replicando las muestras de apoyo. En ciudades como Valladolid el seguimiento fue importante. Menos en Aranda de Duero o Logroño.