Sánchez y Rajoy solo coinciden en rechazar la consulta soberanista

JAVIER D. BAZAGA (SPC)
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El jefe del PSOE traslada al presidente la «urgencia» de reformar la Constitución para resolver el desafío de Mas, y su propuesta de que los parados con hijos a cargo tengan algún ingreso

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez - Foto: EUROPA PRESS

«El encuentro se ha desarrollado en un tono cordial y positivo». Así definió el recién elegido secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, la reunión que mantuvo con el presidente Rajoy en La Moncloa. Un encuentro de casi tres horas tras las que se permitió bromear con los periodistas: «¿Lleváis mucho esperando?».

Una cita que sirvió para «conocernos», aunque reconoció que «hemos tenido más diferencias que coincidencias». Estas últimas se limitaron prácticamente al rechazo frontal de la consulta soberanista de Mas. En este sentido, trasladó al líder del PP que «el tiempo de reformas es necesario abrirlo». «Afrontar la renovación de nuestra arquitectura institucional», manifestó, ya que el problema de Cataluña le ha dado a esta cuestión un carácter de «urgencia». La propuesta de Sánchez consiste en una reforma de la Constitución encaminada a una España Federal, «única solución posible».

Mientras, el gallego escuchó los argumentos del jefe de los socialistas sobre la apertura del proceso de reforma de la Carta Magna, pero le advirtió de que, «en este momento, no se dan las condiciones políticas necesarias para articular una propuesta con un consenso similar al que concitó la Constitución actual», según un comunicado emitido desde La Moncloa.

artículo 155. De hecho, y a pesar de la coincidencia en esa línea roja, ni siquiera se maneja ninguna actuación conjunta por parte del Gobierno y del principal partido de la oposición, cuyo dirigente se mostró confiado en que Mas no forzará la situación hasta tal punto de que tenga que aplicarse el artículo 155 de la Constitución: «No debemos llegar a esos términos».

Tras la reunión, que transcurrió por un «diálogo leal, sincero, abierto y claro», el madrileño informó de que le había propuesto a Rajoy invertir en «solidaridad» para «garantizar la cohesión y dignidad» de los españoles, por lo que propuso la idea de que todo parado que tenga hijos a su cargo perciba algún tipo de ingreso al mes.

Y es que, sobre todo, además de Cataluña, se habló y mucho de economía. El presidente informó a su invitado de los últimos datos sobre la evolución de la economía española, con especial atención a la cuestión del empleo, según informó La Moncloa, unos datos ante los que Sánchez dijo no coincidir «con el optimismo que rezuma su Gabinete sobre la recuperación económica».

Por otro lado, el progresista reiteró su oposición a la propuesta anunciada por el PP de que sea alcalde el candidato más votado, una elección directa que rechazó sin titubeos al no considerarla una medida de regeneración democrática. «Cuando digo no, digo no ahora y no en el futuro», subrayó, ya que consideró que no se puede modificar la Ley Electoral «a cinco minutos de que acabe el partido».

Sobre la regeneración democrática, Sánchez esperará a la propuesta de Génova en la Comisión Constitucional del Congreso, aunque reiteró que «no emule a Cospedal» en Castilla-La Mancha.

En otro orden de cosas, los dos políticos hablaron de política exterior y de Europa, donde parece que encontraron más cercanía en las posturas a la hora de plantear que el BCE lleve a cabo una «política monetaria más expansiva». Capítulo en el que Rajoy no sacó el voto en contra del PSOE para la proclamación de Juncker como presidente de la CE.