Andreu Casadevall ha anunciado esta mañana su adiós a Burgos tras ocho años. El técnico catalán era el principal candidato para dirigir al CAI Zaragoza y coger el testigo de Joaquín Ruiz Lorente, cesado anoche. La amistad con Willy Villar, director deportivo de la entidad aragonesa, es un factor determinante para que el técnico catalán retorne a un equipo ACB.
Los acontecimientos se precipitaron en la noche de ayer. La sexta derrota del CAI de Zaragoza, cosechada en la pista del Gran Canaria (91-79), obligó a cambiar la dirección técnica. El que fuera jugador del Tizona a principios de los noventa, Willy Villar, cesó a Ruiz Lorente y su principal apuesta era la de Andreu Casadevall. Ambos coincidieron en la campaña 1995/96 en Huesca.
Todo apuntaba a que el atlán había aceptado la propuesta, máxime después de que el Club baloncesto Miraflores convocara en la noche de ayer, con urgencia, una rueda de prensa a las 13.00 horas con la directiva presente. En la misma se ha confirmado la noticia y Andreu Casadevall regresa a la ACB después de de más de una década. Su último equipo fue el Breogán en la campaña 2003-04.
Trayectoria envidiable
Andreu Casadevall ha sido la figura clave del baloncesto burgalés en la última década. El actual proyecto del San Pablo Inmobiliaria se fraguó con la base del técnico catalán, el hombre capaz de mantener aglutinada a la afición y con la ambición y conocimientos suficientes para construir un equipo competitivo. Su presencia ha sido fundamental en la nueva entidad del Miraflores.
Sin restarle un ápice de relevancia a su trabajo en la presente campaña, la realidad es que Andreu Casadevall ha sido el eje sobre el cual se ha logrado progresión y consolidación primero del Atapuerca y posteriormente del Tizona.
Con su llegada a Burgos un 16 de noviembre de 2007, el primer equipo de baloncesto de la ciudad empezó a sufrir una profunda transformación. Dejó de ser un equipo sufridor novato en la LEB Oro para convertirse en referencia y en el candidato al ascenso. De hecho, bajo su batuta se logró en tres ocasiones seguidas el ascenso deportivo, aunque nunca llegó a cristalizar por cuestiones administrativas.
A los tres ascensos burgaleses hay que sumar otros dos en temporadas anteriores (Llíria, en la campaña 90-91, y Alicante, 99-00). Cinco éxitos deportivos que dan buena cuenta de su maestría en los banquillos.
Epi, relevo.
En Burgos, las riendas las tomará ahora el que durante todos estos años ha sido su ayudante, Diego Epifanio. En la despedida de Casadevall han estado presentes el presidente y el vicepresidente y patrocinador del Miraflores, Jesús Martínez y Félix Sancho, quienes han confirmado la confianza en Epi. "El equipo va a quedar en muy buenas manos", ha concluido Casadevall, quien ha tenido palabras de agradecimiento para los aficionados burgaleses, la directiva, los jugadores y el cuerpo técnico con el que ha trabajado estos años en Burgos.