La Fundación NeNe se preguntó cómo ayudar a las familias a comprender qué les ocurre a sus hijos en un momento difícil y, basándose en años de experiencia, entendió que comprender los términos médicos era un problema más para ellos: incrementaba su ansiedad, la dificultad de decidir y hacerse cargo de la nueva realidad y de dimensionar el impacto en las capacidades futuras de sus hijos.