«Nos preocupa la cantidad de gente que se va a quedar dentro del túnel»

Angélica González / Burgos
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Sebastián Mora • secretario general de Cáritas Española

Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española. - Foto: Luis López Araico

La 67 Semana de Misionología que se está celebrando estos días en la Facultad de Teología ha querido abrir el abanico a testimonios que, en principio, no parecen cercanos a la evangelización. Uno de ellos ha sido el de Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española.

¿Cómo se vincula la labor de Cáritas con la de los misioneros, que es el objeto de estudio en este encuentro?

De forma general, Cáritas -como Iglesia- es misión y su misión fundamental es la de la Iglesia y así nos consideramos tanto aquí como en los países del sur. En estos momentos estamos trabajando en sesenta países que no son España y lo hacemos desde una cooperación con las Cáritas de los países del sur y en ese sentido tenemos mucha relación con los misioneros.

¿Cuántas veces les han afeado que sigan colaborando con los países empobrecidos cuando la crisis está afectando tan duramente en España?

Muchas. Pero respondemos desde el Evangelio, que habla de una caridad universal y con especial atención a los más pobres, y a pesar de la situación que aquí vivimos hay países que están mucho peor. En todos estos años de crisis no solo no hemos dejado de colaborar con los países del sur sino que hemos intensificado nuestra ayuda porque esta crisis es global y estamos llamados a hacernos hermanos de los hermanos aunque estén lejos de nuestras fronteras.

¿Están viendo ustedes los signos de recuperación de los que habla el Gobierno?

Hay que diferenciar los términos macroeconómicos -sobre los que todo el mundo empieza a coincidir en que hay indicadores positivos- de la microeconomía, es decir, de la realidad social del día a día, donde Cáritas no ha empezado a notar esos brotes verdes sino que seguimos aumentando nuestra labor de proximidad y que trata de atender las necesidades primarias pero también la promoción de las personas desde el empleo, la vivienda y la educación.

¿Hay gente a la que esta crisis le ha descolgado definitivamente de la sociedad y que no recuperará los niveles de estabilidad que tenía previamente?

Cuando en política o en los medios se habla de la salida del túnel, nosotros decimos que nos preocupan no solo los que están saliendo del túnel sino la cantidad de gente que se va a quedar dentro. La sociedad se ha fracturado en esta crisis y hay personas sufriendo una gran exclusión que va a ser tremendamente difícil que se suban al carro sin medidas concretas, eficaces, intensas y valientes.

¿Y las hay?

En este momento, no. Estamos más empeñados en que algunos salgan del túnel que en ocuparnos de los últimos, de los excluidos, de los que integran la cultura del descarte de la que habla el Papa.

¿Cómo se sintieron cuando el ministro de Hacienda puso en solfa sus datos?

Es bueno aclarar que los datos no eran de Cáritas sino del mismo Gobierno, así que en primer lugar reaccionamos con sorpresa. Y en segundo lugar, con mucha paz y mucha paciencia porque nosotros vamos a estar cerca de los pobres diga lo que diga el ministro.

¿Cómo va el Informe Foessa?

Prácticamente terminado. Se presenta el próximo mes de octubre y dará datos de una pobreza y exclusión severas porque coge de lleno los años de la crisis, de la erosión de los servicios públicos y de las consecuencias de las políticas de recortes de los últimos años. Pero esto nos tiene que iluminar  el camino a recorrer. No queremos que sean solo números de impacto sino un punto de partida para que las políticas se hagan mirando a los más pobres y los ciudadanos y la Iglesia miremos también a los más pobres. Queremos que el Foessa sea un anuncio de esperanza y no solo una estadística de personas en pobreza.