José Luis Cabria: «La gente nos dice que si todos fuéramos como él la Iglesia sería mejor»

A.G. / Burgos
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El escritor Tino Barriuso imparte la primera clase de este curso, que pretende analizar qué significa la llegada del nuevo pontífice

Sus estilo y sus gestos son tan impactantes que han pasado ya casi dos años y medio desde que fuera elegido sucesor de San Pedro y se sigue analizando qué es lo que tiene Jorge Bergoglio, el papa Francisco, para dejar con la boca abierta a católicos y no católicos. José Luis Cabria, el propio codirector del curso de verano El papa Francisco: La «revolución tranquila» de un papa venido «del fin del mundo», reconoce que mucha gente comenta que si todos fueran como él la Iglesia Católica sería mejor aunque admite no estar de acuerdo del todo con esta sentencia: «Una persona sola no hace mejor a la Iglesia pero sí es cierto que ha traído un aire fresco que va a venir bien y una «revolución tranquila», como él la llama, que también será positiva porque irá poco a poco».
El escritor Tino Barriuso fue el encargado de impartir la primera clase de este seminario, en el que se van a analizar asuntos como la reforma de la curia vaticana  o cómo la caridad cristiana puede enfrentar a una «economía que mata», un asunto sobre el que el propio Francisco se ha pronunciado con dureza para sorpresa de muchos, que no es tanta dentro de la grey católica porque, afirma Cabria «no ha dicho nunca nada que esté fuera de lo que dice la doctrina social de la Iglesia».
Ni siquiera el respeto con el que habló de las personas homosexuales cuestionándose, incluso, quién era él para juzgarlas, actitud que le ha supuesto alguna inquina dentro de su propia iglesia: «Son signos de contradicción, como decía Jesucristo, algunos se sienten molestos por las formas, por la cercanía pero no por la doctrina porque está diciendo lo que se ha dicho siempre».
Cabria dice que no se atreve a expresar cuál será la huella que Francisco deje tras su papado pero aventura que será la de la misericordia: «Es la palabra que mejor le define, el rostro del mejor pastor que busca a la última oveja, ése es su estilo, ir al encuentro de los últimos, de los que se encuentran perdidos».