El Consejo de Barrio de Villatoro enviará a finales de semana al Ayuntamiento un total de 40 casos de grietas documentados con fotografías, 36 en casas y el resto en aceras y carreteras, para que a su vez los remita al Instituto Geológico y Minero. Este organismo está elaborando por encargo del Ayuntamiento un estudio para determinar el origen del problema que están causando las aguas subterráneas y proponer las posibles soluciones.
A finales del mes de diciembre, el órgano de representación vecinal se comprometió a recopilar todos los datos de los vecinos a través de un modelo de formulario para que pudieran detallar todos los defectos de sus viviendas.
Cuando se empezaron a detectar los problemas cuatro familias se tuvieron que marchar de sus casas por las grietas, otros seis vecinos detectaron desperfectos en sus fachadas y otra edificación fue derribada en la zona más antigua del barrio. La problemática también llegó a las zonas nuevas porque el agua inundaba los garajes.
El Ayuntamiento consignó en los presupuestos de este año una partida de 30.000 euros para sufragar el estudio que el Instituto Geológico y Minero está realizando. Dos técnicos visitaron el barrio el pasado 18 de diciembre y tomaron algunos datos, pero pidieron a los vecinos que recopilaran datos detallados sobre los desperfectos y fotografías para incluirlos en su informe, que es la documentación que se remitirá ahora.
mapa del subsuelo. El objetivo es elaborar un mapa del subsuelo de Villatoro para conocer el recorrido de las aguas subterráneas, así como las características y composición de los terrenos para buscar una solución a la aparición de grietas en algunas casas y el hundimiento de las aceras desde hace años. De este modo, cuando tengan el mapa del subsuelo lo cotejarán con las viviendas afectadas para conocer lo que está sucediendo y plantear posibles alternativas.
Los técnicos no han dado fecha para la conclusión del estudio, pero los vecinos están esperanzados de que cuando esté elaborado se encuentre una salida a un problema que consideran grave.
El Ayuntamiento también anunció establecimiento de alguna línea de ayudas para los vecinos que quisieran hacer estudios individuales.
El suelo de Villatoro está compuesto de arcillas y yesos que con la acción de las aguas subterráneas hace que experimente cambios y afecte a las cimentaciones. También deberá determinarse si las grandes infraestructuras realizadas en el entorno como el desvío, ronda o ampliación del polígono industrial de Villalonquéjar han tenido algo que ver en el agravamiento de la situación. Los vecinos llevan años alertando del problema, pero hasta ahora no se había dado ningún paso.