El PP enarbola su experiencia frente a los nuevos «líderes de plastilina»

H. Jiménez / Burgos
-

Los 'populares' reivindicaron el trabajo de los alcaldes y la unidad de España durante la presentación en el Fórum de los candidatos al Congreso y Senado por Castilla y León

Alberto Nuñez Feijóo no quiso irse de Burgos sin visitar lo que llamó «la embajada» y caminó hasta el Centro Galego, en las traseras del Complejo de Caballería. Interrumpió la partida de brisca de unas paisanas que le saludaron a besos («es primo de un primo mío», aseguró una señora), sonaron las gaitas en su honor y firmó en el libro de visitas de este rincón que recibía por primera vez en su historia a un presidente de la Xunta.

Así acabó en la tarde de ayer el acto convocado por el PP de Castilla y León para la presentación de los candidatos al Congreso y al Senado por las nueve provincias, un evento al que habían invitado a Feijóo para demostrar el hermanamiento entre dos territorios vecinos que además, en el caso de Burgos y Santiago, compiten por la mejor Catedral como bromearon el presidente gallego y Juan Vicente Herrera.

El evento programado en el Fórum Evolución fue el pistoletazo de salida autonómico a una campaña electoral que teoría no ha empezado pero que en realidad llevamos viviendo muchos meses. Entre los oradores estaba Pablo Casado, el vicesecretario de Comunicación convertido en la nueva estrella mediática del partido, pero quien más vehemente se mostró en su discurso (por encima incluso del siempre enérgico Herrera) fue Fernando Martínez-Maíllo, responsable de Organización y cabeza de lista por Zamora.

En un claro reproche a las nuevas fuerzas que amenazan al bipartidismo, dijo que «el PP no ha nacido en un plató de televisión» y advirtió que «frente a líderes de plastilina» y a la «incertidumbre», la candidatura de Mariano Rajoy presenta «experiencia contrastada» y «seguridad»».

Martínez-Maíllo dio paso al «monstruo de la política autonómica», Juan Vicente Herrera, quien pidió a los suyos «talento y corazón» para trabajar cuando logren sus escaños pero antes, para estas semanas previas, les reclamó «ambición» y «orgullo» por ser del Partido Popular, cuyo bagaje económico, social, agrícola o ganadero defendió, mencionando entre otros logros la llegada del AVE a varias capitales de la región.

El presidente regional admitió que ha tenido discrepancias con La Moncloa «cuando he entendido que los intereses de Castilla y León lo exigían» (recordando en este punto el caso de la minería leonesa y palentina) e incluso lamentó «los casos de corrupción que tanto daño nos han hecho», pero recalcó su defensa de la gestión de Mariano Rajoy y su actitud «sin ninguna concesión frente a quienes querían chantajear al resto de los españoles» en referencia a los separatistas catalanes. «El próximo 20 de diciembre la alternativa no es entre lo nuevo y lo viejo, sino entre lo bueno y lo malo», remachó.