El sicario croata paseaba por San Lesmes con su novia al ser detenido

I.E. / Burgos
-

Había pasado el fin de semana de visita turística en la capital. Les dijo a los agentes de Información de Burgos que avisaran a la embajada alemana, país del que es colaborador

El sicario de origen croata Vinko Sindicic se encontraba el pasado 9 de noviembre en la capital burgalesa tras un fin de semana de visita turística en la ciudad. Ese lunes se encontraba paseando por San Lesmes con su novia italiana cuando los agentes del Servicio de Información de la Comandancia de  Burgos se le echaron encima para detenerle, pues pesaba contra él una requisitoria por falso testimonio cometido en Munich en un juicio en el que fue identificado como agente de los servicios secretos alemanes.

El espía fue agente de los servicios secretos (Ubda) del Partido Comunista de la extinta Yugoslavia durante el mandato de Tito y se le imputan una docena de asesinatos, sobre todo de activistas políticos croatas durante aquel régimen dictatorial. Por ello cuando fue capturado en la capital burgalesa hace algo más de dos semanas se dirigió a los guardias civiles para manifestar el riesgo que corría si era entregado a las autoridades croatas. De hecho mostró especial interés en que su detención fuera comunicada a la embajada de Alemania en España, pues indicó que es un importante colaborador de las autoridades de ese país. De hecho trabaja como espía para el Estado germano a fin de descubrir a otros agentes de países de la antigua Yugoslavia.

La Guardia Civil desplegó un operativo especial para trasladar  a la Audiencia Nacional al espía croata, que viajó en un furgón de presos escoltado por varias patrullas. La embajada de Croacia ya se ha puesto en contacto con la juez del Juzgado Central de Instrucción y la de Alemania también está al tanto de los hechos, por lo que la detención de Sindicic podría dar lugar a una enrevesada disputa diplomática.

Según medios croatas, el primero en comunicar la detención del espía fue la Oficina Provincial Penal de Baviera, durante la audiencia del ‘caso Petrovic’, que juzga a dos agentes secretos de Yugoslavia por orquestar el asesinato en Munich en 1983 de un político emigrante croata.

En 1988 fue condenado a 15 años de prisión por el intento de asesinato en Escocia de un emigrante croata, activista político, del Movimiento por el Estado de Croacia, llamado Nikola Stedul. Pero cumplió 8 años en prisión. Como dato curioso para valorar la repercusión que tuvo este hecho, en el año 1994 se filmó una película sobre este intento de asesinato por la Scottish Televisión, titulada The Hitman Yugoslava. Cuando salió de prisión regresó a Croacia, donde intentaron juzgarle sin éxito.