La 'VOX' de Ortega Lara

Ana Ramos / Burgos
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El exfuncionario de prisiones secuestrado por ETA vuelve al ruedo político después de irse del PP y funda un nuevo partido. Tras acudir a su presentación hace 10 días, ahora guarda silencio

Ortega Lara, en unas jornadas sobre víctimas del terrorismo en 2011. / - Foto: MIGUEL ÁNGEL VALDIVIELSO

 
 
Hace escasamente diez días, José Antonio Ortega Lara, esbozando una leve sonrisa, posaba en grupo para fotógrafos de prensa sujetando la O de ‘Vox’, el nuevo partido de centro-derecha que se presentó en Madrid. Como fondo de la imagen difundida por los medios de comunicación aparecían, además de las tres iniciales de la nueva formación, la palabra ‘habla’. Y aunque el día de la puesta de largo de Vox, el 16 de enero, quiso expresarse públicamente y responder a diversas preguntas de los periodistas allí congregados, el exfuncionario de prisiones -que sufrió el secuestro más largo de ETA (532 días)- prefiere ahora guardar silencio. Su actitud deja entrever que no quiere seguir siendo protagonista de ese nuevo proyecto ni estar en el candelero, sino más bien quedarse en un segundo plano. Sin embargo, hay quien piensa que esa actitud es «incoherente» y que choca con el hecho de saltar (otra vez) al ruedo político. 
El exdirigente del PP vasco y promotor de ‘Vox’, Santiago Abascal, justifica así la decisión de su compañero:«No desea protagonismo. Por eso, no quiere entrar en la rueda de estar haciendo declaraciones». Yañade que, por todo ello, mide mucho sus comparecencias públicas. 
Ese mismo papel, el de estar en la sombra, lo jugó Ortega Lara también en su anterior experiencia política, aunque entonces lo hizo bajo las siglas del Partido Popular.  Fue en abril de 2003 cuando trascendió que formaba parte de la lista con la que Aparicio se presentó por primera vez a la Alcaldía de Burgos. Entonces también se convirtió en ‘banderín de enganche’ para el electorado, pero poco más. Pidió «un puesto de salida» y se le dio:ocupó el 26, solo por delante del presidente provincial del PP, César Rico. Así lo recuerda el propio exregidor municipal, Juan Carlos Aparicio, quien lo define como una persona «amable, trabajadora, con valores y principios y comprometida», del que destaca también su «resistencia y entrega». 
Tras ganar los populares las elecciones municipales, Ortega Lara pasó a ser consejero vecino de Instalaciones Deportivas. Su designación se debió a que llevaba muchos años vinculado a la educación y las actividades deportivas. Ocupó ese puesto durante toda la legislatura y cerró otra etapa. En la lista que Aparicio presentó a los comicios de 2007, decidió no repetir. Eran otros tiempos y él empezaba a no comulgar con la política del entonces candidato a presidir el Gobierno, Mariano Rajoy.
La lectura que todo el mundo hace de la nueva entrada en política del exfuncionario de prisiones burgalés -el 22 de mayo de 2008 anunció que rompía con 21 años de afiliación al PP- es que no quiere quedarse parado frente al trato «despectivo y cainita» que ha tenido el Ejecutivo de Rajoy con las víctimas, tal y como él mismo criticó a finales del año pasado durante su participación en un acto de protesta contra la excarcelación de etarras por el fin de la denominada ‘doctrina Parot’. 
 
sus pilares. Sin embargo, Ortega Lara confesó en la rueda de prensa el pasado 16 de enero que había decidido unirse a ‘Vox’ después de escuchar a su hijo de 20 años decir:«¡Vaya país nos habéis dejado!». Y su argumento no resulta nada chocante, puesto que la familia siempre ha sido y sigue siendo un pilar en su vida (está casado y es padre de dos hijos). Así lo ha expresado él en las escasas entrevistas que ha concedido. 
Junto a la familia, la libertad es otro de los pilares que él considera fundamental en su vida. Esto  no llamaría la atención en otro protagonista, pero en su caso tiene un énfasis muy especial. Y es que alguien a quien encerraron en un zulo húmedo y mugriento de  2,50 metros de ancho por 3 metros de largo y 1,80 metros de alto durante año y medio sabe muy bien lo que significa la falta de libertad.
Seguramente por eso, desde que fue liberado por la Guardia Civil el 1 de julio de 1997, una de sus principales obsesiones ha sido que no se humille a las víctimas de ETA. «Estamos en un Estado de Derecho comatoso», sentenció en la última entrevista publicada por este periódico tras acudir a una concentración  convocada por el Foro Burgalés de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, colectivo del que es miembro activo. Fue el 27 de octubre del año pasado, cuando se sumó al rechazo por la salida de la cárcel de terroristas a raíz de la supresión de la ‘doctrina Parot’. (En 2012 también había sido excarcelado Josu Uribetxebarria Bolinaga, uno de sus captores, alegando «razones humanitarias» y contra el criterio de la Fiscalía). Por todo ello, volvía la espalda a la política desarrollada por el Gobierno en esta materia y enterraba imágenes históricas como la que Diario de Burgos publicó el 9 de marzo de 2004 y en la que se ve al protagonista de este artículo junto al hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante un mitin de éste en la ciudad. «Puedo entender que no esté de acuerdo con algunas cosas que se están haciendo pero, ¿Es ahora el momento de posicionarse? Creo que debería haberlo hecho antes», denuncia un afiliado al PP que le conoce bastante bien. «Fundar ahora otro partido me parece un poco oportunista», sentencia. 
A este respecto, Santiago Abascal recuerda que Ortega Lara ya llevaba años participando en distintas iniciativas civiles como la Asociación Reconversión o la Fundación Denaes y que «fruto de todo ello se constituye esta nueva alternativa política». Es decir, que no es algo que surge de la noche a la mañana. Yen cuanto a por qué cree que el ex funcionario de prisiones da el paso de formar parte de ‘Vox’, asegura que «no se centra sólo en la cuestión antiterrorista, sino en una deriva de las reformas estatutarias que afecta también a la estructura autonómica o a la falta de independencia de la justicia». 
Abascal defiende que Ortega Lara, «una persona muy respetada por muchos españoles de distintas ideologías», puede aportar a esta formación que acaba de nacer una «legitimidad moral», así como su conocimiento. «Es muy reflexivo y ponderado». 
Lo que de momento parece una incógnita es el papel que encarnará el burgalés dentro de ‘Vox’. Él ha dicho en alguna ocasión que «nunca se ha planteado ser político profesional», pero ha añadido:«Nunca se puede decir de este agua no beberé».  Aeste respecto, Abascal lo tiene claro:«Él mismo irá midiendo los tiempos». De momento, Ortega Lara calla. 
 
Solidario y en continua formación
 
Diplomado en Magisterio y licenciado en Derecho, Ortega Lara (Montuenga, Burgos, 1958) ha destacado también por estar muy cerca de las causas solidarias. Y es que desde que se jubiló en 1997 -desde el Ministerio de Interior se le ofreció esta posibilidad tras su secuestro- ha colaborado activamente con distintos colectivos. Entre ellos, la Hermandad de Donantes de Sangre, de cuya junta rectora formó parte hasta hace cinco años, y con la que sigue colaborando estrechamente. Así lo confirma su presidente, Isidro Torres, que aunque asegura haberse enterado por la prensa de la fundación de ‘Vox’ -ello respalda la idea de que Ortega Lara es una persona muy discreta- le desea éxitos en esta nueva andadura. «Es amigo mío, válido y buena persona. Por eso, le deseo lo mejor», apunta, al tiempo que le da un consejo, consciente de los vericuetos que entraña el mundo de la política: «Sigue siendo como eres; con la misma integridad».  
El exfuncionario de prisiones también está muy ligado al Centro de Educación Secundaria Padre Aramburu, de los Salesianos, donde apoya desde hace años el programa Tecno-Bosco, que apuesta por la innovación entre los alumnos de Formación Profesional. Precisamente la formación continua siempre le ha preocupado y ocupado parte de su tiempo libre. De hecho, es habitual verle por los pasillos de la Universidad Popular, adonde acude para mejorar su nivel de inglés, idioma que habla con soltura. 
Mención especial merece también el hecho de que durante muchos años Ortega Lara viviera en el barrio de Gamonal, tan de actualidad en las últimas semanas por los disturbios violentos contra las obras del bulevar, ya parado. De hecho, en la presentación de ‘Vox’, criticó el vandalismo y la «torpeza» del Ayuntamiento al impulsar el proyecto en un momento, a su juicio, inoportuno. Como punto final a sus duras declaraciones, sentenció que «unos y otros estaban dando una imagen demoledora de la ciudad».