Junio y julio suman 4.200 contratos menos que el verano del año 2007

R. Travesí / Burgos
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La actual coyuntura hace mella en el mercado laboral y no da un respiro ni en época estival. A falta de conocer los datos de agosto, 21.200 personas encontraron un trabajo en estos meses

Imagen de este mes de la terraza de un bar junto a la Plaza Mayor de la capital. - Foto: DB/Miguel Ángel Valdivielso

Hubo un tiempo en que el verano no solo era sinónimo de vacaciones sino que era una época propicia para encontrar un empleo, aunque fuera de manera temporal y de forma precaria. Pero, ahora, ni eso. Antes, los estudiantes buscaban un trabajo para sacar un dinero extra que les sirviera para caprichos durante el resto de año. La hostelería era uno de los principales refugios pero también la industria como peones para cubrir a los operarios que entre junio y agosto disfrutaban de un descanso. Pero, ahora, nada de nada. Pocas empresas y negocios se atreven, hoy en día con la actual crisis económica, a llamar a más empleados para reforzar plantillas ante el temor a que no se cumplan las expectativas.

La tónica es que las listas de desempleo en la provincia siguen engrosando a más parados. El único respiro ha llegado en los tres últimos meses (mayo, junio y julio), con saldo positivo. Junio fue especialmente satisfactorio porque el paro cayó en cerca de 1.500 personas en Burgos pero la cruda realidad llegó con los datos del Servicio Público de Empleo (Sepe) correspondientes a julio. Tan solo hubo 284 ciudadanos que salieron de las listas del Inem, un 60% menos que el mismo mes del año pasado.

La temporada estival en la provincia, a falta de conocer las estadísticas oficiales de agosto que se harán públicas a principios del mes próximo, será mala, al menos en cuanto a contrataciones. De momento, la suma de contratos entre junio y julio de este año asciende a 21.200 frente a los 22.430 del mismo periodo de 2011.

La actual coyuntura hace mella en el mercado laboral. Frente a esas cifras, encontramos que las contrataciones en esos dos meses en 2007 fueron de 25.420. Es decir, 4.200 menos, lo que supone una caída del 16%. Es una diferencia que se ve, sobre todo, en julio, donde hace cinco años hubo más de 14.100 contratos frente a los 10.700 del pasado mes, lo que significa un descenso del 24%.

Burgos es la provincia de Castilla y León donde más cayeron los contratos en la comparación interanual. Julio tuvo 1.444 contrataciones menos que el mismo mes del año pasado. Solo en Valladolid (-300) y Zamora (-790) hubo descensos con respecto a 2011. El resto de provincias aumenta.

De los 10.700 contratos que hubo el mes pasado, la mayor parte  (60%) se formalizó en la capital. Un 7,5% correspondió a Aranda de Duero y otro 6,3%, a Miranda de Ebro. Lo que no cambia es la precariedad del mercado laboral. No es una cuestión que solo atañe a Burgos sino que es algo generalizado a nivel nacional. Era una situación que se producía, incluso, en los años de mayor crecimiento económico del país. El 94% de los contratos firmados en julio fue de carácter temporal. Solo 600 de los 10.700 tuvo un naturaleza indefinida. Son porcentajes prácticamente idénticos a la media de la región (94%) y de España (93%).

Ocho de cada diez de las nuevas altas laborales en la provincia durante el mes pasado correspondió a servicios. Más de 8.400 personas encontraron un empleo a este sector, seguido muy de lejos de la industria (1.253) y construcción (534 contratos). Sobresale el número de 3.100 puestos de trabajo generados en administración y servicios auxiliares.

La hostelería ya no copa la mayor parte de las contrataciones en estas fechas. En julio, hubo 1.560 burgaleses que fueron dados de alta en la Seguridad por un trabajo en hostelería, a los que habría que sumar los 1.860 de junio. Son 230 más que el verano pasado.

Las contrataciones en hostelería durante el mes pasado en Burgos son similares a las registradas en otras provincias con menos población que aquí, como son los casos de Segovia e inferiores a Salamanca (1.860), Valladolid (1.910) y León (2.350).

Peso de la industria. En cuanto a la industria, más de la mitad de los contratos se firmó en la capital (700). Sorprende el dato de los 166 que hubo en la localidad de Cuevas de San Clemente. A pesar de ser una pequeña localidad de apenas medio centenar de personas censadas, una empresa con sede en ese pueblo creó ese número importante de puestos de trabajo. Se trata de una empresa manufacturera, del ámbito de la agroalimentación, que posiblemente tenga su factoría en algún polígono industrial de Burgos. Es un número superior a los 94 de Aranda y los 79 contratos de Miranda. Deja bien claro los problemas que atraviesa la ciudad de los ferroviarios, que siempre ha tenido un importante peso industrial.