A mediados de los 90, la Catedral iniciaba su más ambicioso Plan Director de rehabilitación, el que dos décadas después está a punto de permitir la restauración integral del templo. En esas fechas, en 1995, Fundación AXA –entonces Winterthur- buscaba algún proyecto en el que implicarse en una localidad en la que contaba con una importante presencia empresarial, y qué mejor que hacerlo en la restauración del más importante templo de la ciudad, el más querido por todos los burgaleses.

Surgía así una colaboración que se inició de manera puntual y que ahora cumple 20 años. Un tiempo en el que se ha intervenido en 9 capillas o espacios del templo que han recuperado su esplendor gracias a los 2,2 millones de euros invertidos por la Fundación. Parte fruto de los convenios firmados entre el Cabildo y la compañía –cuyas aportaciones han ido creciendo acuerdo tras acuerdo- y también en colaboración con la Junta de Castilla y León, y parte procedentes de la venta de las obras seleccionadas en las 19 ediciones del concurso de pintura que Fundación AXA patrocina desde 1996 y que este sábado cumple su edición número 20. 

Un compromiso que no se limita a la restauración, ya que Fundación AXA también colabora en el Programa de Mantenimiento de la Catedral, conscientes de que, como en alguna ocasión ha señalado el presidente de la Fundación, Jean-Paul Rignault, «tan importante es la conservación como la propia rehabilitación».

 

San Nicolás (1996)

Con 50.000 euros, representó el inicio de la implicación de Fundación AXA en la Catedral, que comenzó por una de las estancias más antiguas de la Seo (siglo XIII).

 

San Enrique (2000)

13 millones de las antiguas pesetas -entorno a 80.000 euros- aportaba la Fundación a esta capilla. A finales de mayo de 2000 la estancia recuperaba su esplendor con la limpieza de la superficie pétrea y el tratamiento de las humedades. Un ejemplo de colaboración público-privada, porque mientras AXA se encargaba de los elementos arquitectónicos, la Junta de Castilla y León asumía la recuperación de los elementos mueble, como las esculturas, sillería, retablos y el órgano.

 

Transepto sur (2004)

Más de 86.000 euros destinó la Fundación a la recuperación del brazo sur de Crucero, junto a la Puerta del Sarmental, la entrada de visitantes al templo y por tanto ‘la primera impresión’ del interior que estos reciben. Una actuación que, entre otros resultados, devolvía el esplendor a la portada de entrada al claustro, al recuperar su excepcional policromía.

 

Capilla de la Visitación (2008)

La primera actuación tras la absorción de Winterthur por parte de AXA puso de manifiesto el compromiso de esta firma por continuar con la colaboración iniciada por su predecesora. En esta ocasión fueron 115.000 los euros aportados con destino a esta estancia del siglo XV atribuida a Juan de Colonia. Limpieza de paramentos y de la rejería fueron algunos de los trabajos realizados en una actuación integral que incluyó vidrieras, sillerías, policromías y especialmente sus ricos sepulcros.

 

Sacristía Mayor (2010)

En mayo se inauguraba una de las obras más importantes acometidas por Fundación AXA en el templo: la rehabilitación integral de la Sacristía Mayor a la que se destinaron 250.000 euros. Con un origen que se remontaba a mediados del siglo XVIII, pese a ser una de las estancias más ‘modernas’, su estado antes de la intervención era especialmente preocupante, dada la presencia de grietas en su cúpula y el envejecimiento de los materiales, los dorados y temples. 

Afectada por las oscilaciones térmicas, humedades y la acción del dióxido de carbono, la intervención exigió actuar en tres frentes: piedra, yeserías policromadas y bienes muebles y elementos de madera, especialmente retablos. Además, y teniendo en la importancia de la estancia, se editó un libro sobre la historia de la Sacristía Mayor, realizada por el historiador burgalés José Matesanz.

 

Portada del Museo (2012)

En vísperas de producirse la mayoría de edad de la colaboración de Fundación AXA en la Catedral llegaba uno de lo hallazgos más importantes de los últimos años en la Seo: el descubrimiento de pinturas góticas (siglos XIV y XV) y del Renacimiento (s. XVI) durante los trabajos de rehabilitación de la portada del Museo del templo. Una intervención a la que la Fundación aportó 90.000 euros.

 

Capilla de Santa Ana (2014)

«Es todo un honor aportar un pequeño grano de arena, para que las generaciones venideras puedan disfrutar en todo su esplendor de una de las catedrales españolas más bonitas». Con estas palabras -pronunciadas durante la inauguración de las obras de la portada y la bóveda de crucería estrellada de la capilla de Santa Ana- definía el consejero delegado de la aseguradora y presidente de Fundación AXA, Jean-Paul Rignault, lo que suponía para la compañía suponía su actividad en beneficio de la recuperación del templo burgalés. Colaboración que en el caso concreto de la capilla de Santa Ana hizo posible poner en valor su rica policromía, entre otras labores.

 

Capilla de Santa Catalina (2015)

El presente año ha traído un nuevo compromiso entre Fundación AXA y la Catedral. En breve se adjudicarán las obras de rehabilitación de la capilla de Santa Catalina, justo en el momento en el que se produce el 20 aniversario de la presencia de la compañía en el templo. Se trata de una estancia situada en el claustro alto, una de las más antiguas de la Catedral (siglo XIV) y cuyo interior está muy deteriorado. 

Además, es uno de los espacios más singulares, ya que en sus paredes cuelgan los retratos de 140 de los arzobispos de la diócesis, cuadros que también formarán parte del proceso restaurador. En los trabajos, con un presupuesto de 463.000 euros a los que la Fundación aporta 150.000, se intentará recuperar a su estado original las ménsulas policromadas y uno de los vanos originales que comunicaba la estancia y el claustro.

 

El futuro 

Con buena parte de la riqueza arquitectónica de la Catedral de Burgos restaurada, Fundación AXA no tiene intención de dar por concluida su colaboración en su embellecimiento continuo. Quedan bienes muebles, tapices, obras de arte sacro de excepcional valor y riqueza artística y, como recuerda el director general de la institución, Josep Alfonso, «nosotros seguiremos ahí mientras sintamos el apoyo de todos los burgaleses».