Majka ya tiene su 'doblete'

AGENCIAS
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El polaco prolonga la exhibición del Tinkoff-Saxo en los Pirineos y Nibali es aún más líder

Majka ya tiene su ‘doblete’ - Foto: JACKY NAEGELEN

El corredor polaco Rafal Majka, del Tikoff-Saxo, sumó ayer su segundo triunfo en la 101 edición del Tour de Francia, tras imponerse en solitario en la decimoséptima jornada, disputada entre Saint Gaudens y Saint-Lary Pla d’Adet sobre 124,5 kilómetros, mientras que Vincenzo Nibali (Astana) amplió aún más su liderato. «Tenía que ganar la etapa para ganar el jersey de la montaña. Lo único que hice fue escalar, escalar y escalar para recuperar posiciones», apuntó el también vencedor en la estación de esquí de Risoul y que prolonga el festín del Tinkoff-Saxo en los Pirineos tras el triunfo la víspera del australiano Michael Rogers.

 Fue una pugna en dos planos, la de la victoria de etapa y el ‘maillot’ de la montaña entre Majka y el español Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, y la del podio en los campos Elíseos entre Alejandro Valverde, Thibaut Pinot y el dúo francés del Ag2r Romain Bardet y Jean Christophe Peraud.

En el descenso del Col de Val Louron-Azet, Bardet se lanzó por delante del grupo de favoritos para tensar los nervios y los músculos de Pinot, conocida su fobia a los descensos, hasta que logró cerca de medio minuto de ventaja en las faldas del inicio de la ascensión el último puerto.

 Valverde dejó hacer al gregario de Pinot, Arnold Jeannesson, quien neutralizó a Bardet . Nibali y Peraud se marcharon por delante, mientras Pinot trataba de aprovechar una minicrisis de Valverde, que se aferró a su experiencia.  Primero, el murciano encontró la rueda de Herrada y, más tarde, se soldó a la del campeón de España, Ion Izaguirre, para dejar en nada la ofensiva. Incluso, el líder del Movistar ganó un puñado segundos en el acelerón final. En cambio, cedió 49 segundos con Nibali y Peraud.  

Apenas un minuto y medio antes, Majka alargaba el festival de un Tinkoff desatado después de la baja por lesión de su jefe, Alberto Contador, mientras que Nibali tiñó aún más de amarillo su jersey.