El director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Alfredo Pérez-González, aseguró ayer que el conflicto con algunos científicos es «ficticio» y únicamente obedece a discrepancias con la dirección por la política que está llevando a cabo tras un cambio en la normativa de funcionamiento.

El reconocimiento del Cenieh como 'Instalación Científico-Técnica Singular' obliga a que los laboratorios se utilicen un 50% para proyectos propios de los investigadores del centro y el otro 50% restante para necesidades de empresas, universidades u otros centros de investigación. Además, la decisión final sobre su uso y los proyectos, incluidos los propios, debe ser evaluada por un comité que preside el propio director.

 «Estos laboratorios han costado millones de euros y no pueden estar dedicados únicamente al interés científico y curricular del investigador. Tenemos que dejar hueco a empresas y a otras investigaciones. Un pequeño grupo de científicos están quejoso porque debe ceder parte de su tiempo de ocupación de las instalaciones a terceros. Con la crisis económica actual es una oportunidad apoyar las iniciativas empresariales y de innovación de las empresas que quieran venir al Cenieh», .

Pérez-González recordó que el Cenieh es un servicio público al estar financiado por la Junta, a través de la Consejería de Educación, y del Estado, con cargo al Ministerio de Economía y Competitividad, y reconoció que año pasado se produjeron 900.000 euros de ingresos por trabajos externos. «El primero que defiende la ciencia soy yo. Es cierto que utilizo criterios empresariales, pero soy un científico y un académico con 40 años de trayectoria. Además, el funcionamiento nos viene impuesto por ser una instalación singular y no podemos centrarnos únicamente en Atapuerca, que es un proyecto importantísimo».

El Cenieh ofrece la posibilidad de hacer análisis de rocas, sedimentos y agua, caracterización de materiales y análisis del patrimonio cultural o de materia orgánica.

El responsable del centro aseguró que no habrá «represalias» contra los científicos que han mostrado su quejas. «Son investigadores magníficos y creo en su trabajo, pero nos tenemos que adaptar a lo que nos dice la comisión ejecutiva», añadió.

También negó que existan malas relaciones con los tres codirectores a raíz de su reclamación de que el Cenieh custodie los fósiles de Atapuerca que están dispersos por diferentes centros y universidades. Finalmente, negó que los investigadores del centro deban usar sus vacaciones para excavar, pero sí deben justificar sus estancias. «Yo acabo de llegar de Tanzania y he tenido que pedir autorización para marcharme y justificar mi estancia», sentenció.