Espeleoduero reivindica una mayor divulgación de la senda del GR-14

S.B. / Aranda
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Con el VI Descenso del Vino han pretendido concienciar de forma ecológica y potenciar el desarrollo de actividades que exploten mejor la riqueza natural de la comarca ribereña

Participantes en el VI Descenso del Vino surcan el río Duero a piragua organizado por Espeleoduero. - Foto: Espeleoduero

El placer de poder disfrutar de la flora y la fauna del entorno de la Ribera del Duero ha sido uno de los objetivos cumplidos por el Grupo Espeleoduero por sexto año consecutivo. El Descenso del Vino se volvió a realizar este fin de semana en las aguas delDuero, más concretamente en el trayecto que va desde Langa de Duero a Roa, en el que recorrieron un total de unos 60 kilómetros, divididos en dos etapas.

El recorrido también se hizo a pie y en bicicleta por algunos participantes, por lo que desde Espeleoduero reivindican además un mejor mantenimiento de las sendas que recorren la ribera del río, ya que según cuenta Pablo Remacha, uno de los participantes e impulsores del descenso, está «invadida por la maleza». Además se quejan de la inexistencia de caminos de sirga para poder vadear las presas, algo indispensable para el desarrollo y el disfrute del entorno natural del río como zona recreativa.

Con una participación de unos 25 piragüistas en cada una de las jornadas, el grupo se siente muy satisfecho por haber realizado otro año más este descenso que además intenta crear «una conciencia naturalista y ecologista», y la «conservación del río»,

Destaca que el Duero es lo que «da la riqueza a esta zona» y la senda de GranRecorrido 14 (GR-14) paralela a su trazado desde su nacimiento no está lo suficientemente promocionada, lo que ocasiona el desconocimiento de su existencia entre la población de la zona, incluso entre los aficionados al deporte. «Es una idea muy buena pero aún tiene que ser explotada y dada a conocer a la gente», asegura.

Sector poco explotado

El grupo insta a que se potencie otro tipo de turismo más enfocado a las actividades de aventura y también al deporte en el agua, aspectos «poco aprovechados en la Ribera del Duero», en las que se encuentra un yacimiento de empleo por aprovechar que «generaría una gran riqueza en nuestra comarca». La actividad deportivo- turística se pudo llevar a cabo sin ningún contratiempo más allá de los «típicos arañazos y golpes» propios del deporte de aventura. El nivel de aguas algo más bajo de lo habitual ocasionado por las escasas lluvias a lo largo del año también provocó algún desperfecto en las canoas.

Desde la organización aseguran «haber disfrutado mucho del deporte en contacto con la naturaleza», y además destacan el hecho de haberse quedado cerca, en la comarca, «sin haber tenido que recurrir a ningún país exótico» para ello.

En Espeleoduero quieren agradecer la colaboración de todos sus patrocinadores, en especial del Consejo Regulador de la Ribera del Duero y de la IGP Lechazo de Castilla y León, que tras seis ediciones siguen «apostando por una actividad que, como los vinos de la zona, busca la calidad y no la cantidad».

Con el descenso aseguran haber disfrutado al máximo de «la riqueza de la naturaleza, de las gentes y del alma de la ribera» y esperan que los problemas que han señalado se puedan arreglar «de forma urgente» para poder potenciar así su desarrollo, difusión y mantenimiento y que no «se pierda sin haberse dado a conocer».