Los bodegueros ponen en valor las catas populares para testar el mercado

S.R. / Aranda
-

Los premiados en los XVIII Premios Envero se comprometieron a dar continuidad a la cita y al esfuerzo realizado por el Ayuntamiento

El nombre de los galardonados de los XVIII Premios Envero era de sobra conocido, pues ya se desveló tras la multitudinaria cata celebrada el pasado 9 de mayo bajo el lema «1.000 siempre aciertan». Una cita que los políticos, especialmente el concejal de Promoción, Javier Rojas, ha defendido por su acercamiento a los consumidores. Pero aún no se había escuchado la voz de los bodegueros y los expertos, que ayer aprovecharon el evento para poner en valor las catas populares por su capacidad de testar a los consumidores.

«Nos ha permitido conocer la tendencia del mercado y del consumo», aseguró el enólogo de Bodegas Raiz, tras recoger la estatuilla en la categoría de alta expresión -vino de autor- por Raíz Profunda 2010. Además, aseguró «valorar» el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento y sentirse «en la obligación» de corresponder dando continuidad a la promoción.

Una labor a la que también se comprometió el consejero delegado de Vega Sicilia, Pablo Álvarez, quien recibió el Premio Envero de Honor 2015 coincidiendo con el 150 aniversario de la fundación de la bodega. «Nadie va a hacer nada por nosotros. Nadie vendrá a probar nuestros vinos si antes no los enseñamos», recordó. «Aún queda mucho por hacer, también para nosotros aunque llevemos tanto años», reconoció, y apostó por «seguir trabajando para dar a conocer los caldos a nivel mundial».

El resto de premiados subrayaron la «pasión» con la que alimentan sus viñas, así como el «mimo» con el que realizan una «cuidada selección». Aspectos en los que coincidieron los representantes de Bodegas Félix Callejo (mejor rosado), Bodega Fuentecén (tinto joven), Bodegas Pago de Mogar (tinto joven roble) y Bodegas Imperiales (tinto reserva).

También mencionó estos términos David Sebastián quien, al levantar el premio al mejor tinto crianza, añadió el ingrediente secreto: la ilusión. «Sin ella, no hay nada que hacer». E ilustró su discurso con un «pasarlas más putas que en vendimias» para subrayar que solo esa fe hace posible seguir trabajando de sol a sol para que los riberas sean los más consumidos.

Anhelo que para Rojas pasa por la capitalidad. Terminó que se detuvo a definir como «el origen o principio de una cosa» para asegurar que la villa solo será el epicentro vitivinícola si sigue apostando por la innovación como  «la cata de los Envero o la Ruta del Vino» .

Propósito que hizo extensible a la creación de una marca de garantía del lechazo y la torta de Aranda. También a la reivindicación de la apertura del centro Tomás Pascual como centro de I+D+I de los bodegueros. «Hay que impulsar iniciativas y no quedarse solo en las palabras e ideas», sentenció, para dar paso a una inesperada actuación del grupo Marlango que amenizó la velada.