Clausuran los dos ascensores de los portales anexos al que se cayó

G.A.T. / R.C.G. / Miranda
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La medida cautelar ha sido aplicada a los números 56 y 60 de la calle Ciudad de Vierzón, construidos el mismo año que el 58, y con idéntico modelo de ascensor que el siniestrado

Los ascensores de los portales de la calle Ciudad de Vierzón, anexos al número 58, en el que el pasado martes se cayó el ascensor desde una de las plantas hasta el garaje, han sido clausurados. Se trata de los elevadores de los números 56 y 60, que han quedado temporalmente fuera de servicio, una medida contundente que se ha tomado por precaución, ya que se trata de dos aparatos idénticos al accidentado, instalados por la misma empresa y con una antigüedad similar.

Antes de habilitarlos nuevamente se quieren determinar las causas que motivaron que el ascensor cayera de una altura, que se calcula en la tercera planta, hasta el aparcamiento ubicado en el sótano, cuando en su interior se encontraba un vecino de 47 años que sigue internado en el hospital de Basurto con varias fracturas.

Y es que a pesar de que han pasado todas las revisiones periódicas, se quiere eliminar cualquier tipo de duda sobre la seguridad de los otros dos ascensores, teniendo en cuenta que se trata del mismo modelo e instalados en la misma fase de la construcción del edificio.

«Es una faena porque subir andando es muy incómodo», decía una vecina, «pero mejor que los cierren y averigüen lo que ha pasado», añadía. Otra propietaria admitía que pese a no haber mucha gente mayor en el edificio «porque son pisos nuevos y la mayoría los compró gente joven», muchos tienen niños «y no disponer de ascensor es un incordio, pero todo el mundo lo ha entendido».

No obstante, aunque en su portal no han tenido problemas graves con el  ascensor que hagan pensar en un funcionamiento defectuoso, «muchos vecinos ya no estaban seguros después de lo que ha pasado y desde el martes subían por las escaleras», sentenciaban.

La clausura fue confirmada a este medio tanto por ASMI, empresa encargada de los ascensores de los números 56 y 58, como por Schindler, que realiza el mantenimiento del número 60 tras decidir la comunidad el cambio en la prestación del servicio hace aproximadamente cinco años. Sin embargo, no se han fijado plazos para su puesta en marcha.

Además de notificárselo a los vecinos mediante una circular en los buzones,  y de bloquear los botones de llamado, un cartel en la puerta de los elevadores avisa de la imposibilidad de usarlos.

No es un precinto policial ni judicial, como sucede en el portal en el que ocurrió el accidente, ya que sobre estos dos otros ascensores no hay investigación abierta ni hechos que indiquen anomalía alguna. «Solo es por precaución», indica el presidente del portal 60, quien aprovechó la asamblea de la comunidad para aclarar todas las dudas a sus vecinos. «No es que haya miedo, porque todo el mundo ha reaccionado muy bien, pero es lógico que la gente quiera saber», matiza.

Por el momento, no hay muchas explicaciones que ofrecer, ya que las visitas de técnicos, constructores y responsables de la investigación se suceden, pero hasta que no se esclarezcan los hechos que motivaron el siniestro no se tomará una decisión definitiva sobre el resto de aparatos, ya que son «trillizos», señalaba, deseando que pronto se pueda restablecer la normalidad ya que «todos tenemos ganas de poder recuperar la tranquilidad de antes».

En suma están sin ascensor medio centenar de familias correspondientes a los tres bloques de pisos, construidos durante la misma fase y que se entregaron a los propietarios en el año 2003, por lo que apenas tienen doce años, lo que hace poco probable que el suceso tenga que ver con la antigüedad del aparato.

No están afectados el resto de los portales anexos también construidos por Roacon, ya que los números 54 y 52 de Ciudad de Vierzón, de estética idéntica a los otros tres, no son de la misma época, y además en vez de ASMI tienen ascensores de la firma Orona.