«La factura municipal se puede rebajar y mejorar»

G. Arce / Burgos
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Antonio Peris • Director general de Negocios Regulados de Gas

Antonio Peris. - Foto: DB/Luis López Araico

Gas Natural Fenosa celebró ayer en Burgos, en el Monasterio de San Agustín, el 25 aniversario de la llegada del gas natural a Castilla y León. Burgos se convirtió en el origen del desarrollo gasista de la región, aunque el primer contacto de Gas Natural Fenosa con la región data de 1880, cuiando una de las empresas que dio origen al grupo, la Compañía Madrileña de Alumbrado y Calefacción por Gas, compró la fábrica de gas de Valladolid.

A mediados de los 80 fue la gran industria, más en concreto la Cellophane, fue la primera consumidora del gas natural que llegó a la ciudad a través del gasoducto Haro-Burgos. Antonio Peris, directivo de Gas Natural Fenosa, recuerda que la industria sigue siendo el gran consumidor hoy en día. «El motor del proceso de gasificación español, que empezó en 1986 con el Protocolo del Gas, fue la industria porque era el gran consumidor, el que permitió pagar las grandes infraestructuras para transportar el gas».

La empresa y el consumidor particular buscaban y buscan suministro ilimitado a precios razonables y estables. ¿Deben temer subidas en esta factura?

La evolución del precio del gas ha sido menor que el de otras energías, aunque esta referenciado históricamente a una canasta de combustibles y no se ha desvinculado con el precio del petróleo. No prevemos en el futuro cambios sustanciales en ese mecanismo y una evolución de los precios fuera de lo normal que dificulte la distribución y la fabricación con gas, máxime cuando la crisis ha equilibrado la oferta y la demanda. Hasta la fecha, el gas no ha tenido déficit tarifario, aunque ahora el Ministerio nos pide que no repitamos la misma historia de la electricidad.

¿Qué estrategia se han marcado para Castilla y León?

Hoy somos el principal distribuidor de gas y de electricidad. Nuestra estrategia es consolidar nuestra posición en los dos ámbitos. Tenemos 1.300 megavatios de potencia instalada por lo que somos un generador importante. Queremos participar en proyectos, no solo los vinculados a las energías convencionales sino en las renovables.

¿Esta estrategia conlleva una inversión importante?

Del orden de los 16 millones de euros en distribución este año. En Castilla y León tenemos 400.000 viviendas y edificios conectados y cerca de medio millón de familias. Estamos en una Comunidad fría, con un alto uso de calefacción y un historial importante de calefacciones centralizadas. Queremos seguir creciendo más allá de los 111 municipios, incrementar nuestra red y tenemos planes de gasificación.

¿Siguen siendo viables las inversiones en distribución en estos momentos de crisis?

Intentamos mantener el porcentaje de inversión en lo que denominamos finca habitada y nuevos municipios. El parón de la nueva edificación nos ha afectado de forma sensible, aunque en Castilla y León no ha habido un boom constructivo en segundas residencias y urbanizaciones. En 2011 hemos conseguido conectar más clientes en vivienda habitada que en 2010, lo cual quiere decir que hemos hecho un esfuerzo para convencer a familias a que cambien al gas por sus ventajas económicas y su impacto en eficiencia energética y medioambiente.

¿Han notado la morosidad de los particulares e instituciones?

Nuestro nivel de morosidad, y el del conjunto del sector suministrador, es bajo. Sí que es verdad que ha repuntado y hemos tenido que gestionar la crisis del sector público, que antes pagaba a muy largo plazo y ahora ha tenido que hacer planes, gestiones y afrontar situaciones complicadas, que se van resolviendo. El cobro se hace más complicado y se ha tensionado.

¿Hasta tal límite que hayan tenido que cortar el suministro?

La interrupción del suministro está en el contrato de condiciones y la legislación lo contempla para asegura el pago de un servicio que se consume anticipadamente. Aquí, primero consumes y luego pagas: si no hay un mecanismo de corte sería imposible funcionar. Existe una reglamentación y unos plazos antes de cortar: pasan seis meses antes de optar por esta solución.

¿Muchos ayuntamientos  han revisado sus contratos?

Sí. La crisis brinda la oportunidad de corregir el consumo energético y los costes superiores a los que podrían tener. Pueden bajar su factura abordando un proyecto de sustitución de viejos aparatos que usan combustibles poco eficientes y contaminantes e ir a soluciones basadas en gas que les permitan generar el agua caliente, la calefacción y también electricidad. Hay una oportunidad para abordar inversiones  o realizar contratos de gestión de energía  sabiendo que su factura energética, incluyendo la inversión, va a ser menor.