Benito Sagredo, otro malo para 007

I.L.H. / Burgos
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El actor burgalés interpreta a Guerra, un villano de la agencia Spectre, en la nueva película de James Bond que protagonizan Daniel Craig y Cristoph Waltz bajo la dirección de Sam Mendes

Si no eres 007, en las películas de James Bond o sales en bikini o te matan. Al actor Benito Sagredo (Burgos, 1976) le ha tocado lo segundo -y lo podemos decir sin destripar el largometraje-. El intérprete de Planta 4ª, Las 13 rosas o El penalti más largo del mundo pertenece al clan de los malvados (la agencia criminal Spectre que da nombre a la película), se llama Guerra y ocupa el puesto número 13 en el escalafón del mal. El personaje de Sagredo se postula para ser el nuevo jefe de los villanos y, en el intento, le tocará recibir algunos palos (vamos, lo que viene a ser lo habitual en la saga del personaje creado por Ian Fleming). Los golpes se los lleva, al menos, después de compartir secuencias con Daniel Craig y Cristoph Waltz, el bueno y el malo de Spectre.  

La participación del actor burgalés en la vigésimo cuarta película de James Bond llega dos largometrajes después de que Sagredo hiciese un cásting para formar parte del elenco de 007. Los productores de Spectre recuperaron aquellas pruebas y le propusieron para interpretar a un malo latino en el cuarto James Bond que protagoniza Daniel Craig.

El actor, que no ha hecho promoción de la película, fue entrevistado por el propio director Sam Mendes, y fue él quien decidió su fichaje. Sagredo habla maravillas del responsable de American Beauty, al que considera «uno de los mejores directores que hay en activo», con una sensibilidad «que solo ves en los genios»; un director que «sabe lo que quiere, pero no te ata; te deja hacer y si no le cuadra, se repite aunque haya que hacerlo 200 veces». Aquí además  no existen los problemas de presupuesto que pueden afectar a la mayoría de las películas españolas: «Esto es una industria como Dios manda».

Sobre el rodaje y las anécdotas que acumula para contar a su hijo y, algún día a sus nietos, Benito Sagredo destaca la propia acción que se le presupone a la cinta. En estas producciones, y a petición de los sindicatos, están obligados a poner un doble a cada actor, pero el «villano burgalés» no quiso ser menos que Craig, que tampoco se deja doblar, y solicitó realizar todas las escenas. Desde la productora recuerdan las horas de entrenamiento a las que debió someterse el actor con un equipo de especialistas de Francia: «Hay que estar en forma si no quieres hacerte daño. A Guerra le rompen el cuello, le estampan contra una mesa y le sacan los ojos. Eso hay que repetirlo varias veces para grabarlo desde distintas perspectivas... Si no estás en forma, te lesionas seguro». Y aunque lo estés. Porque Daniel Craig, que dicen entrena cuatro horas todos los días, se hizo daño al saltar del helicóptero y hubo que parar el rodaje varias semanas.

De su paso por Spectre lo único que Benito Sagredo lamenta es no haber coincidido con la actriz Mónica Belluci. Pero al menos ha compartido sesiones de trabajo con Daniel Craig (Camino a la perdición, Munich) y Cristoph Waltz(Malditos bastardos, Big Eyes), dos actores que le han impresionado por su profesionalidad, «sin que por ello dejen de lado el trato humano». El primero, asegura, es tan serio como aparenta y el segundo lo considera «algo más sutil». Sin embargo apenas se atrevió a abordarles de una forma directa por miedo a desconcentrarles y porque cuando Craig, por ejemplo, llega a la escena de rodaje todo el mundo le está esperando, «conscientes de lo que vale su tiempo».

Sagredo, Benito Sagredo, no es el primer español que comparte pantalla con el agente secreto británico más famoso al servicio de Su Majestad: antes lo hicieron, entre otros, Simón Andreu en Muere otro día, Fernando Guillén Cuervo en Quantum of Solace, o Javier Bardem en Skyfall.

Sobre la repercusión que este trabajo puede tener para su carrera, prefiere no adelantarse a los acontecimientos. Aunque calculan que serán 700 millones los espectadores que accederán a Spectre, el actor de la serie Gavilanes asegura no esperar nada; está bien donde está y lo único que desea es que le reporte buenas noticias.