Rusia castigará a los turcos con la exigencia de visados desde enero

AGENCIAS
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Moscú responde a la negativa de Ankara a asumir el derribo de su avión eliminando la libre circulación de ciudadanos entre ambos países, mientras estudia cerrar su frontera con Siria

 
Rusia sigue culpando a Turquía del derribo, desde su punto de vista intencionado, de un caza bombarderos de su Ejército, ocurrido el pasado martes en la frontera entre Siria y el territorio otomano, y no está dispuesta a dejar pasar este agravio. Por ello, el Kremlin se reafirmó ayer en su intención de suspender la cooperación militar con el país y anunció su intención de imponer la necesidad de visados a los turcos que quieran cruzar a suelo ruso a partir del próximo enero, además de apoyar la iniciativa francesa de cerrar la frontera con la nación siria.
«Hemos tomado la decisión de suspender el régimen exento de visados actualmente en vigor entre ambos países», aseguró Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso. La medida, que entrará en vigor en 2016, es la primera que adopta Rusia contra Turquía, pero no la última, ya que Moscú dará a conocer hoy un paquete de medidas que afectarán al comercio, las inversiones y el turismo.
Y es que, si el presidente ruso, Vladímir Putin, ya reaccionó con inusitada ira tras el incidente, la indignación del Kremlin ha ido en aumento a medida que el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, insistía en negarse a admitir cualquier tipo de error y a pedir disculpas formales a su homólogo.
De esta forma, aunque ese sería el auténtico motivo de la introducción de visados, Lavrov, que ya había recomendado a los rusos que no viajaran a ese país y, a los que ya se encuentran allí, que regresaran cuanto antes, subrayó que la razón es la latente amenaza terrorista en el territorio otomano. «Este peligro no es un invento, es muy real. Nosotros informamos de ella a los ciudadanos con total responsabilidad», resaltó.
Con esta actitud, Moscú quiere dejar ver como, a su entender, Turquía no es un país más seguro que Egipto, donde un Airbus ruso con 224 turistas fue objeto, a finales del pasado octubre, de un atentado.
El acuerdo de exención de visados fue suscrito por Moscú y Ankara en 2010 y entró en vigor en abril de 2011, lo que disparó el flujo de turistas a entre ambos.
Además, Lavrov subrayó que Rusia apoya «activamente» el cierre de la frontera entre Siria y Turquía, medida propuesta por el presidente francés, Francois Hollande, tras reunirse con el líder de EEUU, Barack Obama.
 
AMBIENTE CALDEADO. Por su parte, Erdogan advirtió al Kremlin que no «juegue con fuego» en la disputa por el derribo del avión, aunque añadió que no quiere dañar las relaciones con Moscú. 
En un discurso retransmitido en directo por la televisión nacional, el presidente turco insistió en que el incidente no fue intencionado, sino resultado de la aplicación de las reglas de compromiso. 
Asimismo, aseguró, contra todo pronóstico, que puede que se reúna con Putin durante la cumbre del clima que arrancará este lunes en París y calificó de «calumnia» las acusaciones de Rusia de que Turquía está comprando petróleo al Estado Islámico (EI). 
En este sentido, afirmó que EEUU sí tiene pruebas documentadas de que empresas rusas y el EI están vendiendo petróleo al régimen de Bashar al Assad en Siria.