Las Calzadas renueva los bares

B.G.R. / Burgos
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El antiguo Stube dará paso a una cervecería del Grupo Juarreño, mientras que el gestor de La Petenera adecenta el Grana como taberna urbana. Ambos prevén abrir antes de julio

Coincidiendo con la llegada del verano, la calle de las Calzadas verá resurgir dos históricos establecimientos hosteleros, aunque con distinto nombre al original. Por un lado, el Stube dará paso a una cervecería del Grupo Juarreño, mientras que el Grana se convertirá en una taberna urbana. Los locales se encuentran en estos momentos en plena reforma, que consistirá en ambos casos en un simple lavado de cara dado que las instalaciones están en buen estado.

El primero en abrir, a mediados de junio si todo va según lo previsto, será el antiguo Grana (con actividad hasta enero), que se transformará en Casa Eugenio y en el segundo negocio para su responsable, Eugenio Díaz, que regenta La Petenera, en la plaza San Juan. Concebido a modo de una «taberna urbana moderna», el nuevo establecimiento ofrecerá todo tipo de pinchos basados en la cocina tradicional. Su puesta en funcionamiento supondrá la contratación de tres trabajadores.

Junto a este local, el Stube, cerrado desde hace medio año, pasará a ser una cervecería, nueva línea de negocio que estrena el Grupo Juarreño, con dos bares de tapas en el centro, tres pastelerías y una heladería. El proyecto está orientado a «completar la oferta» de la zona, donde también se encuentran La Sirenita o Pecaditos, según precisa Fidel López Sendino, responsable de la empresa junto a su hermana Mónica.

El futuro establecimiento también ofrecerá gastronomía, si bien su concepto no tiene «nada que ver» con los bares de pinchos al uso. En esta ocasión, la inversión «no es tan elevada», ya que no será necesario una «reforma integral», sino que más bien se trata de obras menores que se centran en la decoración y el mobiliario.

No obstante y en este punto, López Sendino se queja de la burocracia existente y pide al Ayuntamiento que «dé facilidades para emprender en lugar de poner trabas», teniendo en cuenta, además, que la puesta en marcha de este nuevo establecimiento supondrá la contratación de ocho personas.

Con este proyecto, el grupo familiar burgalés mantiene el ritmo de aperturas (una cada dos años) iniciado en 2005, cuando levantaron la persiana de su primera confitería en Santa Clara. Por el momento, el empresario no es partidario de franquiciar su marca y llevarla a otros puntos del país, aunque reconoce que es un idea que tampoco se puede descartar. De cara al futuro, su siguiente objetivo pasa por reforzar la oferta hostelera con el local adquirido el año pasado en la calle Avellanos.

  La apertura de estos dos establecimientos de la calle Calzadas reactivará la actividad comercial de la zona y el entorno de Regino, que durante un tiempo ha estado marcada por el cierre de negocios, entre los que se encuentran otros históricos como la pastelería Loste (en la misma acera que el Grana o el Stube) y la cafetería Menfis (ya en la avenida de la Paz).