Una de cada tres parejas se casa en Burgos en separación de bienes

P.C.P. / Burgos
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En 2012 se celebraron 1.203 matrimonios en la provincia, de los que solo 393 firmaron las capitulaciones ante notario.Persiste el desconocimiento y el miedo a plantearlo al cónyuge

El año pasado se celebraron 1.202 bodas en Burgos. - Foto: DB

Desconocimiento, otros intereses o  miedo a planteárselo a la otra persona por temor a suscitar desconfianza u otra reacción negativa. Sea una de estas 3 causas u otra diferente, el número de parejas que decide casarse en separación de bienes en Burgos «es muy bajo», solo un tercio del total, pese a los problemas legales y económicos que puede acarrear la fórmula habitual, el régimen de gananciales.  El abogado matrimonialista Jaime Sanz asegura que puede suponer incluso la «ruina» del matrimonio y también su ruptura.

En 2012 se celebraron 1.203 bodas en Burgos, según los datos delINE; un 12% menos de las contraídas en 2008 (1.365).No obstante, la cifra ha oscilado tanto al alza como a la baja durante este lustro de crisis, por lo que no es posible vincular positiva ni negativamente la situación económica y laboral de los burgaleses a la decisión de formalizar sus relaciones de pareja.Tampoco se ha modificado sensiblemente en este periodo de recesión el número de quienes han optado por discriminar sus patrimonios personales antes de casarse. El año pasado fueron 393, en 2011 bajó a 358 pero en 2010 se contabilizaron 390, según los datos delColegio de Notarios de Castilla y León.

Solo en Cataluña y Baleares la separación de bienes se realiza de manera automática.En el resto del país, los matrimonios quedan registrados en régimen de gananciales y si se desea cambiarlo, hay que acudir a un notario y elevarlo a escritura pública, para después inscribirlo en el registro.

Para Sanz, de Safe Abogados, lo ideal sería que el Congreso modificase el Código Civil y el modelo catalán se extendiese a toda España. «Tengo claro que muchos matrimonios seguirían unidos si hubiesen hecho separación de bienes», afirma con rotundidad el letrado.

Por su experiencia, los empresarios son los que más recurren a este modelo, si bien avisa que la modificación posterior del régimen no solucionará los problemas económicos ya contraídos, por ejemplo las pérdidas de un negocio o el concurso de acreedores.Y tampoco las ganancias. «Si me divorcio, puede que mi cónyuge se lleve el 50% de lo que ha generado mi negocio», remarca.

Finalmente, recuerda otros condicionantes del régimen de gananciales, como la necesidad de obtener consentimiento para vender absolutamente todo o hipotecar, mientras que en el caso de separar bienes solo es necesario para enajenar el domicilio familiar. Hay bienes privativos, como los heredados de los padres, «pero si están alquilados, las rentas que generan son de los dos», añade Sanz.