Víctima de la burocracia

J.M. / Burgos
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Pasó de un banco a su fábrica de morcillas. Denuncia que ha perdido una subvención al autoempleo porque las bases de la convocatoria incumplen el principio de igualdad

Cansado de su trabajo como director de una oficina bancaria en Madrid, Rodrigo Villanueva, un joven burgalés que aún no había cumplido los 30 años, decidió hacer el camino inverso al de cientos de burgaleses de su generación y dejar su empleo, venirse a Burgos y emprender un nuevo negocio. Una pequeña fábrica de morcillas en el bajo de una casa del barrio de Villafría (Morcillas RVAIsabel). Cumplió su propósito y cuando acudió en busca de una subvención del Ayuntamiento se encontró con que, con los mismos requisitos que los demás, no tenía derecho a la misma ayuda.

La historia comienza cuando a principios del año pasado, Villanueva conoce la subvención de autoempleo que publica el Ayuntamiento y en la que, entre otras ayudas, se conceden hasta 2.000 euros a quienes hayan iniciado la actividad de un negocio entre el 11 de septiembre de 2013 y el 30 de junio de 2014. Quienes así lo hubieran hecho, tendrían derecho, entre otras cosas, a tres cuotas de la seguridad social y a tres meses de alquiler del local (siempre con los recibos por anticipado).

Como el joven entendía que no podía aprovechar la subvención al máximo al haber abierto su negocio poco antes del final de la convocatoria para las ayudas de 2014, decide esperar a la siguiente convocatoria. Entonces sí, ya llevaría el tiempo suficiente en el negocio para presentar las facturas de tres meses del alquiler del local, las cuotas a la seguridad social, los gastos notariales...

Su «sorpresa» llegó cuando en la convocatoria de este año, publicada el 20 de mayo en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), se encontró con que él ya no tenía derecho a la subvención porque ahora se acotaba a quienes habían abierto un negocio entre el 1 de julio de 2014 y el 15 de junio de 2015. Es decir, después de que él lo hiciera.

El empresario se puso en contacto con la Concejalía de Juventud en varias ocasiones y se encontró con «un trato muy correcto», con muy buenas palabras, pero en el que le insistían en que no se podía hacer nada. La respuesta era clara, tenía menos derecho a la subvención por haber decidido abrir su negocio en mayo en lugar de, por ejemplo, en marzo o en julio. Incluso «me llegaron a decir que lo que suelen recomendar en situaciones similares es que se esperen a iniciar la actividad».

El joven sigue sin dar crédito a esa respuesta. Incluso se pone en el papel de quien haya abierto el negocio después que él, unos días antes del fin del plazo para solicitar la subvención. No podría aspirar a nada. Al entender que la Administración actuaría con sentido común, confío en que tendría el mismo derecho que los demás. El resultado, que ni ha podido aspirar a los 2.000 euros de esta convocatoria ni a los 1.000 que podría haber logrado de haber previsto esta sinrazón. La segunda que se encontraba ya que antes, la Junta de Castilla y León, tardaría seis meses en concederle la autorización sanitaria. Pero esa es otra historia.

Perplejo ante la situación, ayer presentó un escrito en el registro del Ayuntamiento en el que alega que se ha incumplido el principio de igualdad que recoge la Ley 38/2003 General de Subvenciones. «No creo que me hagan caso, pero espero que al menos lo cambien para los próximos años. Estoy convencido de que esto le ha pasado a mucha más gente, pero no han hecho nada».

Este joven empresario sugiere que se modifiquen las bases para que el plazo se amplíe siempre a quienes han abierto el negocio en los últimos tres meses de la convocatoria o, si lo prefieren, que se haga a año vencido (en 2015 se concedan las de 2014). «No va a acudir a ella quien ya lo ha hecho antes. Y si lo hace, se le excluye».

Pesimista con el resultado que pueda obtener, descarta también acudir a la justicia para defender sus derechos. Porque hacerlo, le costará tiempo y no le garantiza que pueda recuperar el dinero.

En la última convocatoria se establece que las ayudas al autoempleo tendrán una partida de 110.000 euros.