Garoña realiza su simulacro interior anual

DB
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El Consejo de Seguridad Nuclear y la Subdelegación del Gobierno han participado junto con los trabajadores de la central en el ejercicio basado en los daños que hubiera causado un terremoto

La central nuclear Santa María de Garoña ha realizado esta mañana el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior, con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y de la Subdelegación del Gobierno en Burgos. Durante el ejercicio, el CSN ha realizado el seguimiento del estado de planta y de las actuaciones del titular para recuperar las condiciones de seguridad, que simuladamente se habían perdido. Asimismo, se ha mantenido en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Burgos para recomendar las correspondientes medidas de protección radiológica que hubieran sido precisas en caso de que el suceso hubiera ocurrido de verdad.

El simulacro se ha iniciado poco antes de las diez de la mañana con la declaración de prealerta de emergencia debido a un supuesto terremoto que habría afectado a sistemas de seguridad. Posteriormente se ha declarado la alerta de emergencia debido a que ese supuesto terremoto hubiera deteriorado la funcionalidad de sistemas de seguridad que impedirían mantener la refrigeración del combustible irradiado en piscina.

Del mismo modo, se ha simulado la contaminación interna y externa de dos trabajadores que estaban realizando una ronda para valorar los daños en la piscina de combustible gastado, comprobándose que no se habían superado los límites anuales de dosis para el personal profesionalmente expuesto.

Por su parte, el CSN ha recomendado al Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de la Subdelegación del Gobierno, la activación de los controles de acceso al emplazamiento de la central establecidos en el Plan de Emergencia Nuclear de Burgos (PENBU) y ha activado en modo 2 su Organización de Respuesta ante Emergencias.

Un suceso de esta naturaleza, de haber ocurrido realmente, habría sido clasificado como nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES)