Preocupación en Menores por el repunte «alarmante» de la violencia de hijos a padres

C.M. / Burgos
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La jueza Blanca Subiñas confirma que en 2011 se abrieron una treintena de expedientes frente a los dos que hubo en 2007. Los progenitores denuncian más que antes

jesuitas. El ‘cocinero de la paz’ enseñó a cocinar con ingredientes tan necesarios como la igualdad, la justicia y la libertad. - Foto: DB/Patricia González

La jueza decana y titular del Juzgado de Menores, Blanca Subiñas, mostró ayer su preocupación por el «repunte alarmante» de la violencia de los hijos hacia sus progenitores durante una charla-coloquio con los alumnos del colegio Marista Liceo Castilla, coincidiendo con la celebración del Día Escolar de la Paz y la No Violencia.

El Juzgado de Menores abrió el año 2011 unos 30 expedientes por este tipo de agresiones cuando hace tres años se daban uno o dos casos anuales. «Ha sido un incremento geométrico. No es que antes no existieran, sino que ahora se denuncia más. No obstante, para un padre ir a un juzgado a denunciar a sus hijos es uno de los peores tragos que puede pasar porque supone recocer que ha fracasado en su educación», apuntó.

Subiñas apuntó que mayoritariamente los agresores son los hijos varones y generalmente la víctima es la madre. También añadió que no son jóvenes enfermos ni delincuentes, sino que tienen algún problema. «El Juzgado de Menores les da un tratamiento reeducativo y resocializador porque hay que incidir en un foco muy concreto», añadió.

En este sentido, apuntó que en algunos casos reproducen patrones que ven (violencia del varón contra la mujer o contra ellos), son muy hedonistas (consideran que tienen derechos, pero no obligaciones), consumen alcohol o sustancias prohibidas y una minoría tiene problemas mentales o psicopatologías.

Durante el año 2011, el Juzgado de Menores abrió un total de 68 expedientes relacionados con distintos casos de violencia juvenil, desde agresiones en las aulas, en las zonas de copas o en el seno de la familia. De ellos, el 80% fueron cometidos por varones y el 20% por mujeres. En su opinión, el número se encuentra dentro de media estadística de años anteriores y en la media de Castilla y León, aunque muy por debajo de otras comunidades como la valenciana.

Subiñas indicó que en Burgos hay muy pocos casos de violencia en el ámbito escolar que lleguen a su juzgado, mientras que la producida en las zonas de ocio la achacó a comportamientos «grupales» y, en muchos casos, al consumo de alcohol u otro tipo de sustancias. «Desconocen los efectos que puede producir la violencia y casi siempre las discusiones son por motivos nimios».

Durante el encuentro con los alumnos recordó que la violencia no es exclusiva de los jóvenes. «Vivimos en una sociedad violenta de por sí y los jóvenes son más receptores de violencia que emisores. Tenemos que saber que es algo aprendido. No se nace violento ni delincuente, sino que es algo que se transmite a través de un incorrecto proceso de educación y aprendizaje», añadió.

También apuntó que las estadísticas ponen de manifiesto que en la franja de 14 a 18 años los índices de criminalidad son bajos. «Son propios de la edad y, en general, desaparecen con el tiempo».

Consejos

Durante el coloquio que mantuvo después de la charla, Subiñas recomendó a los jóvenes que no respondan con violencia a una agresión, que se pongan en el lugar del otro, especialmente en los casos de acoso escolar, y que dejen de ser espectadores y se conviertan en héroes. «No hay relación sana que no se funde en el respeto. Sois responsables de vuestros actos. No vale decir que me provocaron y que no podíais actuar de otra manera» apostilló.