Los vecinos de Capiscol y la Ventilla pensaban que después del derribo de las casas en ruina ubicadas en la calle Los Albergues, junto al polideportivo Carlos Serna, y el desmantelamiento de las huertas ilegales del cauce Molinar se iba a adecentar este entorno, que es Camino de Santiago, pero nada más lejos de la realidad.

Tras años de quejas, el Ayuntamiento obligó a quienes había ocupado suelo público para cultivar hortalizas a desmantelar sus cultivo y las instalaciones de madera que había ido construyendo a lo largo de los años. Los servicios de limpieza recogieron todos los restos y la zona recuperó su imagen. Sin embargo, varios meses después se han vuelto a realizar dos cerramientos ilegales junto al viejo molino, tras los que no solo se realizan cultivos sino que también se oye ladrar a unos perros.

Además se están incrementando los asentamientos en caravanas en una parcela situada entre las casas en ruina que fueron derribadas en verano por sus propietarios, dado que no hay previsión del desarrollo urbanístico de la zona.

[más información en la edición impresa]