Hasta el PP podría hablar de rescate

Angélica González / Burgos
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Como un solo partido. Ciudadanos, IU, Podemos, PCAS, PSOE, SAIn y UPyD prometen auditorías, denuncias y la reversión de la gestión. El que ahora gobierna no lo descarta, «siempre que no suponga un coste mayor del actual»

Un magnífico trabajo de organización previo por parte de la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos; un moderador que hizo bien su trabajo -el periodista de la Cadena Ser Pedro Sedano-, y unos candidatos que, o conocían al dedillo el tema a tratar, o se lo llevaban minuciosamente escrito, hizo que el debate sanitario -que, sobre todo, versó sobre el futuro del Hospital Universitario de Burgos- fuera realmente un debate, algo que no puede decirse habitualmente en fechas preelectorales. Hubo contraposición de ideas, toma y daca y dureza no exenta de cortesía entre los participantes. Menos pulidas fueron algunas personas del público que abuchearon y silbaron a modo al representante del PP, Alejandro Vázquez, número 5 de esa candidatura a las Cortes, al que no se le movió un pelo, hombre como es fajado en los peores escenarios posibles: fue director médico del HUBU hasta no hace mucho tiempo, cargo del que salió, entre otras razones, por las rudas maneras que se gastaba a la hora de juzgar el trabajo de sus facultativos.

Vázquez fue el único contertulio que dio una noticia en el mejor sentido del término, es decir, una novedad, y fue referida al Hospital Universitario. Aseguró que su partido no se niega a estudiar «un trabajo serio y riguroso» que analizara los costes y la situación actual de la concesión pero siempre con una premisa, que el rescate no suponga un coste mayor del que actualmente tiene el hospital. También quiso colar algunos ‘excesos’ que solo otro de los participantes,  Francisco Igea, portavoz de Ciudadanos y digestólogo del Hospital Río Carrión, de Palencia, desmontó al minuto. Porque el debate sanitario  que ayer acogió el cívico de San Agustín tuvo dos niveles: el profesional, en el que solo se batieron con soltura Vázquez e Igea, y el estrictamente político, que corrió a cargo del resto de los participantes y que consistió básicamente en dos cosas: en coincidir en el rescate del HUBU con matices (Jorge García, de IU, dijo que ni hablar de indemnizar a la concesionaria y Rosario Pérez, de UPyD, habló del ‘caso Hospital de Burgos’ que, al parecer, su eurodiputada Maite Pagazaurtundúa «ya está moviendo» en Bruselas) y en atizar al candidato del PSOE  a la presidencia de la Junta, Luis Tudanca, acusándole de connivencia con el PP y hasta del llamado ‘informe Abril’, publicado en los 90 por un diputado de UCD cuando muchos de los presentes ni habían nacido. Tudanca se defendió presentando la hoja de servicios socialista en cuanto a intervenciones parlamentarias e interpelaciones al Tribunal de Cuentas sobre el particular y preguntando a sus compañeros de mesa cuál de todos los allí presentes había hecho ni una sola gestión para rescatar el hospital. Nadie contestó.

En el nivel profesional, Igea (C’s) tuvo dos momentos estelares: el primero, cuando después de que Vázquez intentara escaquearse de explicar lo que es una unidad de gestión clínica bajo una elaborada palabrería, le espetó que se trata básicamente de que los profesionales se llevan tanto si gestionan ‘adecuadamente’ el presupuesto que asigna el hospital a la unidad. Vamos, que es cuestión de dinero. El segundo tuvo que ver con la postura del partido de Albert Rivera sobre la asistencia sanitaria a los inmigrantes en situación administrativa irregular, que es no prestársela salvo en algunos casos, tal y como está ahora tras la reforma del PP: «Creí que me iba a ir de rositas», asumió, cuando el moderador se lo preguntó casi en los últimos minutos. Reconoció que el tema le reconcome, que como médico se hizo objetor a la norma de la Junta de no atender a los ilegales excepto a embarazadas, niños y pacientes con una patología urgente, pero que tiene que asumir tal contradicción por estar en el partido en el que está, preguntándose, de paso, si este país es capaz de asumir semejante gasto. Un diez en sinceridad.

Lo que no pudo rebatir este médico pizpireto -quizás porque no está en el día a día de la sanidad burgalesa- fue la existencia del famoso Instituto de Investigación Biomédica, causante de uno de los modificados del HUBU. Tudanca lo puso en solfa: «No lo hemos visto por ningún lado», dijo. Vázquez aseguró que sí se ha creado, cuando realmente se refería a la Unidad de Investigación, que llegó del Yagüe como un servicio más destinado a los sanitarios que quieren  ampliar conocimientos y pericia en el desarrollo de su trabajo. Un área que, además,  existe desde tiempos inmemoriales.