Las voladuras controladas agilizan las excavaciones

C.M. / Burgos
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Un experto prueba en Gran Dolina, Sima del Elefante y El Portalón una técnica para romper la roca introduciendo gas, que se emplea en rescates espeleológicos y tras un terremoto

El bombero Manuel Sellés colocando el penrock en la Sima del Elefante. - Foto: Jordi Mestre (IPHES)

Un experto bombero de Castellón está realizando voladuras controladas en los yacimientos de Atapuerca utilizando una novedosa técnica compuesta de material pirotécnico que se emplea en rescates espeleológicos y en terremotos, donde las víctimas están muy cerca de punto que se quiere romper y hay que hacerlo con mucho cuidado. Por el momento, ha sido utilizada durante esta semana en la Sima del Elefante, El Portalón y Gran Dolina con muy buenos resultados.

El penrock (pluma de roca), que es como se denomina la tecnología, se introduce dentro de la roca y al quemarse se consigue generar gran cantidad de gases, que necesitan salir y lo hacen por la parte más fácil de romper tiene la roca. La técnica consiste en colocarlo en el lugar adecuado para que se rompa por el lugar elegido. Los arqueólogos, conocedores de los entresijos de los yacimientos, son los encargados de elegir el punto en el que colocarlo. «Es un artículo pirotécnico cuya velocidad de combustión es muy lenta, de forma que la roca se rompe como si inyectásemos aire a presión. Se logra romper mucha masa de roca, pero de forma muy controlada. El penrock se ha empleado hasta ahora en rescates tras un terremoto y en espeleología, donde las víctimas están muy cerca del punto que se quiere romper. En los yacimientos de Atapuerca consideraron que se podía probar para ver los resultados que daba y se ha consolidado como un elemento más de la excavación», asegura Manuel Sellés.

 Otra de las ventajas de esta técnica es que no necesita una gran logística para su uso porque para aplicarla es suficiente con un taladro de mano o de batería, dada la complejidad de introducir grandes equipamientos en unos yacimientos en los que el acceso no resulta fácil. Los resultados no han podido ser mejores y esta semana se han conseguido retirar 19.000 kilos de roca sin ningún incidente. «No hemos tenido ninguna mala rotura y hemos conseguido romper lo que queríamos sin causar ningún daño a los valiosos restos arqueológicos y paleontológicos de Atapuerca. La ventaja de este producto es que los resultados son inmediatos con riesgo un prácticamente cero», añadió.

Manuel Sellés, que ha participado en numerosos rescates en África, Indonesia o Sudamérica, aseguró que es la primera vez que se emplea en un yacimiento y está muy contento con el resultado. «Mi trabajo es adaptarse a la excavación y en cada yacimiento hacer el tipo de rotura que se necesite, priorizando el yacimiento en sí mismo, y siempre siguiendo las indicaciones de los arqueólogos».

Buenos resultados

El yacimiento de El Portalón, situado a la entrada de Cueva Mayor, ha sido uno de los más beneficiados por esta técnica porque en el interior de la cavidad se había producido el derrumbe de unos bloques que han sellado los niveles del Neolítico, los más antiguos y los que van a dar más juego a los investigadores a la hora de encontrar hallazgos para conocer más datos sobre su llegada a la Meseta. «Si tuviéramos que retirarlos a base de mazas, podíamos estar tres años. Nos va a ahorrar tiempo y esfuerzo. Hemos roto unas pocas y entre hoy y mañana romperemos algunas más. Los resultados son excelentes y todo ello con poco esfuerzo y sin tocar nada de los rellenos sin in alterar nada».

Tras realizarse la voladura controlada, los investigadores iniciaron los trabajos de excavación en los niveles más antiguos, pero será ya en la próximo campaña cuando se pueda trabajar en extensión de manera más rápida.