Hay un poeta en la luna, luna.El poeta del aire y la cebolla, de las cabritas y el sueño, del algodón y la pena. Y es un poeta tan especial, que otros poetas le cantan. Con la misma sensibilidad con la que él construyó versos en el campo o en la cárcel, ha modelado María Jesús Jabato los suyos para honrar la memoria del inmortal Miguel Hernández y compartirlo con esos lectores tan fieles y delicados: los niños. Eso es Libro de las lunas, la última publicación de la escritora burgalesa: un bello y sutil homenaje al eterno poeta de Orihuela, perito en lunas, en el que están presentes los códigos que hacen de Jabato una autora tan reconocible como reconocida: sensibilidad, ingenio y sentido del humor. Todos los poemas están inspirados en la intensa y corta vida de Hernández a partir de las fases de la luna, que es el hilo conductor que une todos los poemas.
Así, en Luna nueva, los versos remiten a la infancia del poeta, cuando pastoreaba cabras y soñaba poemas, siempre vigilado de cerca por esa amiga íntima que es la luna. Niño Miguel cabrero,/ ero,/ ero,/ tiene una cabrita rubia, ubia,/ ubia,/ y en la sierra grita el viento,/ ento,/ ento/ que son carbón sus pezuñas,/ uñas, uñas, escribe la autora. En Cuarto creciente hallamos poemas en los que ya está más presente la vocación literaria de Hernández, que fue un escritor autodidacta: Llora el niño poeta/ que quiere rimar su nombre/ con violeta,/ porque se llama Miguel/ y solo puede rimarlo/ con clavel.
En Luna llena se adentra Jabato en el meollo de la Guerra Civil, que tanto marcó -para mal- a Hernández: combatió en el frente por el bando republicano hasta ser detenido y encarcelado, viéndose separado para siempre de su familia y amigos: Cuando gritan las pistolas,/ ¡bang! ¡bang! ¡bang!/ sangre roja de amapolas,/ alacrán,/ llora la luna lunera/ lágrimas blancas y negras,/ negras por los que se quedan,/ blancas por los que se van,/ cuando gritan las pistolas,/ ¡bang!.
Cierra la obra Cuarto menguante, que alude a las estancias en prisión del poeta alicantino. No en vano, fue entre rejas cuando halló la muerte, dejando -eso sí- un legado eterno, como subraya la autora burgalesa: Como un pajarillo/ en jaula de plata/ se murió el poeta/ una madrugada./ ¡Que Miguel se ha muerto!/ La gente que clama/ no sabe que vive,/ que sus versos cantan.
Los 36 poemas que componen el libro está traducidos al inglés por Pablo Quintana y las ilustraciones son obra de María Bravo. Libro de las lunas es otra joya de María Jesús Jabato, infatigable en su escalada lírica pensada para niños de 5 a 100 años.
No se lo pierdan.